Huesca licita la rehabilitación de la fachada del Casino por medio millón de euros

La obra se financiará con cargo al Plan de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD) 'Huesca, puerta del Pirineo' y se prolongará durante seis meses.

Fachada principal del Casino de Huesca, en la plaza Navarra.
Fachada principal del Casino de Huesca, en la plaza Navarra.
Ayto. Huesca

El Ayuntamiento de Huesca ha licitado la restauración de la fachada del Casino por casi 570.000 (con IVA) y un plazo de ejecución de seis meses. Esta obra es una de las que se financiará con cargo al Plan de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD) 'Huesca, puerta del Pirineo', a través de los fondos europeos Next Generation que se concedieron en mayo de 2023. 

Este proyecto contempla la rehabilitación de las fachadas del emblemático edificio, declarado como BIC, para garantizar su conservación y con el objetivo de contribuir a dinamizar económica y socialmente la ciudad, ya que el Casino, también conocido como Círculo Oscense por la sociedad que promovió su construcción, acoge y atrae numerosas visitas y acontecimientos.

Inaugurado en 1904, es una joya modernista y un símbolo de la ciudad. Nació como sede del Partido Liberal y del Círculo Oscense. Para su mantenimiento abrió salas de juego. Su diseño vanguardista, funcional y polivalente es obra del arquitecto catalán Idelfonso Bonells. El Casino se erigió como epicentro de la ciudad social de Huesca. 

Sus instalaciones acogen la sede del Festival Internacional de Cine y el restaurante Lillas Pastia, premiado en varias guías gastronómicas y con una estrella Michelin. En sus salas tienen lugar alrededor de 150 acontecimientos sociales y culturales al año.  

Actualmente, el revestimiento de la fachada presenta diversas patologías. Los elementos ornamentales, que son de hormigón de principios del siglo XX, sufren distintos grados de deterioro. Alguno de los pináculos ellos se encuentran en buen estado, ya que no presentan fisuras ni grietas. No obstante, otros, están agrietados en sus bases debido a la carbonatación del material de construcción. Esto ha permitido la entrada de agua hasta la armadura y ha provocado su oxidación.

La balaustrada y barandillas de la fachada, como los pináculos, son de hormigones encofrados de los años 1900. En estas se observan grietas y disgregaciones del material de distinta consideración. Las más importantes se localizan en los elementos más expuesto a la acción del agua (balcón principal). Además, una de las piezas de la esquina del antepecho ha estado sometida a tensiones debido al anclaje de la farola que soportaba, lo que ha debilitado la resistencia del conjunto.  

Asimismo, se actuará sobre los revestimientos de la fachada, que no parecen ser los originales. Presentan fisuras de distinta consideración que en algunas zonas afectan solo a la pintura y otras, también al enfoscado del mortero.  

La pintura sí que está fisurada y en algunas partes se ven procesos de desprendimiento. Los zócalos tiene humedades por la absorción del agua de las terrazas o por la acción de otros agentes meteorológicos. También se ha observado que hay líquenes y musgos.

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