El PP admite que la gobernanza "no es fácil con Vox" en el Ayuntamiento de Huesca

En el último pleno, Vox y PSOE se alinearon en tres mociones. El PP las rechazó y el concejal no adscrito, Antonio Laborda, se abstuvo.

Ricardo Oliván (PP), habla con Antonio Laborda (Vox), solo en el espacio de su grupo, antes de comenzar el pleno.
Ricardo Oliván (PP), habla con Antonio Laborda (Vox), en un pleno.
Javier Navarro

El gobierno del partido Popular en el Ayuntamiento de Huesca, con 12 de los 25 concejales de la corporación, "es totalmente estable", manifiesta el portavoz del grupo del PP y primer teniente de alcalde, Ricardo Oliván. Otra cuestión es la gobernanza, es decir, la manera de sacar adelante asuntos determinados en los que hay que medir bien el número de votos asegurados. "No es fácil con Vox", reconoce el edil.

El mandato comenzó un gobierno local que está mayoría minoritaria, pero que, según recoge el pacto autonómico PP-Vox, contaría con el grupo de extrema derecha en las cuestiones fundamentales, como las ordenanzas y presupuestos. Los populares sumaban con dicha formación 15 ediles. Enfrente solo quedaba el PSOE, con 10 representantes.

Pero todo cambió a finales e noviembre. Quien era portavoz de Vox, Antonio Laborda, fue quedando relegado en su propio grupo hasta ser sustituido por José Luis Rubió en estas labores y despojado de los emolumentos que percibía por ello. Fue entonces cuando el concejal decidió abandonar a sus compañeros y salir del partido, pasando a ser edil no adscrito o, popularmente, grupo mixto.

Esta situación descolocó el ábaco plenario, ya que el PP solo necesita de un voto para articular su mayoría absoluta. Este se lo puede dar el concejal no adscrito, al que sus excompañeros se dirigen como tránsfuga en sus intervenciones. "Todos tenemos nombre y apellido", les recrimina la alcaldesa, Lorena Orduna.

En el último pleno, Vox y PSOE se alinearon en tres mociones. El PP las rechazó y el concejal no adscrito se abstuvo. El empate (12-12), que se resolvió con el voto de calidad de la Alcaldía.

Los socialistas calificaron de "despropósito que el voto de calidad fuera decisivo para frenar iniciativas de mejora en la ciudad". "Por un lado, vota junto a la extrema derecha en asuntos ideológicos, como rechazar la derogación de la Ley de memoria Democrática, pero cuando se trata de iniciativas locales Lorena Orduna solo mira los intereses partidistas"., señala la portavoz del PSOE, Silvia Salazar.

Oliván resta importancia al uso del voto de calidad para romper un empate. "Es posible, es legal y no le quita validez a la decisión", afirma. Asimismo, indica "los oscenses decidieron que tuviéramos 12 concejales y eso significa que si se produce una abstención, se pueda articular una mayoría con el voto de la alcaldesa"

Los socialistas apuntan que "la incapacidad de Orduna para llegar a acuerdos puede provocar inestabilidad en el gobierno local". Pero el PP no lo ve así. "En muchas cuestiones estamos de acuerdo con Vox y en otras con el PSOE o con el grupo mixto, como se puede ver los últimos plenos", indica Ricardo Oliván.

Respecto a la estabilidad, José Luis Rubió entiende que desde la entrada del 2024 "el PP ha cambiado claramente de rumbo". Y mira directamente a Laborda, quien en la última sesión plenaria manifestó durante uno de los debates y dirigiéndose al PSOE, que "su voto y el de Vox no van a valer de nada en este pleno"

Es por ello que el grupo de extrema derecha cree que "Lorena Orduna busca estabilidad con el concejal tránsfuga, y todo parece indicar que no quiere contar con el apoyo de Vox y que los populares pudieran incumplir los acuerdos adoptados para la aprobación del presupuesto de 2024".

Apunta Oliván que consensuar con Vox no es fácil porque "entendemos de forma distinta la relación". "Nosotros crremos que    se tiene que dialogar para alcanzar acuerdos y que una vez adoptados estos van a misa; lo que no se puede pretender es que después de aceptados se siga insistiendo y se intente modificar a través de otras cuestiones", explica el portavoz popular. "No vamos a jugar a eso", apostilla

Reglamento Orgánico

El primer teniente de alcalde insiste en la estabilidad del gobierno municipal porque en temas tan importantes como la modificación del Reglamento Orgánico esa propuesta de reglamento se cuenta con "una amplísima mayoría". Relata que estos cambios se trabajaron desde el principio con Vox y con el PSOE. "Lo que ocurrió después, el cambio de portavoz y de opinión respecto a algunas cuestiones plasmadas en el documento ya no es cosa nuestra", apostilla.

La aprobación inicial de dicho reglamento salió adelante en el pleno del 31 de enero con los votos a favor de PP y PSOE. Vox expresó su rechazo y el concejal Laborda se abstuvo.

Rubió avisa: "Creemos que el PP entiende que ya no necesita a Vox, pero el mandado es muy largo y pueden pasar muchas cosas, es más, tenemos la certeza de que ocurrirán".

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