Monzón elige en un castin a los niños que harán de Jaime I y Ramón de Berenguer
Los seleccionados debutarán en el XXII Homenaje a Guillem de Mont-rodón del 17 al 19 de mayo.
La concejalía de Turismo de Monzón ha organizado un castin para elegir a los niños que representarán a Jaime I y su primo Ramón de Berenguer en distintas escenas y desfiles que se llevan a cabo dentro del Homenaje a Guillem de Mont-rodón, que se celebra del día 17 al 19 de mayo en Monzón. El plazo de inscripción está abierto hasta el día 23 de febrero y la prueba se realizará en el Espacio Joven el día 28 de febrero, a partir de las 17.00.
El castin se realiza entre alumnos matriculados de 3º y 4º de primaria de los colegios de Monzón de donde saldrán los nuevos interpretes que toman el testigo de Martín Ballesteros (Jaime I) y Hugo Pueo (Ramón de Berenguer) que salieron del realizado en 2020 y que ya no tienen edad para seguir haciendo estos papeles.
La concejal de Turismo, Marta Montaner Durán, anima “a los escolares a participar en el castin ya que representar a Jaime I y su primo es toda una experiencia que recordarán toda su vida y disfrutarán del homenaje desde dentro y arropados por todos los participantes en la fiesta declarada de Interés Turístico”.
Los interesados deben inscribirse en el SAC, la Casa de la Cultura o en la sede electrónica www.monzon.es hasta el día 23 de febrero y la fecha de la selección será el día 28 de febrero a las 17.00 en el Espacio Joven. Los dos niños seleccionados deberán comprometerse a asistir a los ensayos, que comenzarán en marzo.
El castin lo dirigirá Marian Pueo, directora de la compañía de Teatro Che y Moche y directora artística del Homenaje a Guillem de Mont-rodón y de las Bodas de Isabel en Teruel, y en él los aspirantes deberán recitar de memoria un texto libre (un poema, un escrito propio…) de un máximo de un folio.
Entre 1214 y 1217, los dos niños vivieron y fueron educados en la fortaleza templaria. Jaime I se había quedado huérfano (su padre, el rey Pedro II murió en la batalla de Muret en 1213), y su madre indicó en el testamento que debía ser educado por los templarios. Para hacerle más llevadera su estancia en el castillo de Monzón, trajeron también a su primo Ramón Berenguer, Conde de Provenza, que tenía pocos años más que Jaime.
