Calor extremo en enero en los refugios del Pirineo y hasta en el Aneto: "La nieve está desapareciendo"

Góriz, a 2.200 metros de altitud, ha medido en los últimos días 16 grados, máximo absoluto en este mes.

Una imagen desde la webcam del refugio de Góriz, sin apenas nieve en el valle de Ordesa.
Una imagen desde la webcam del refugio de Góriz, sin apenas nieve en el valle de Ordesa.
Heraldo

Las inusuales temperaturas que se están viviendo estos días en toda la península, también en Aragón, tienen su reflejo extremo en los refugios de montaña del Pirineo. Incluso por encima de 2.000 metros de altitud los termómetros están registrando valores más propios de cualquier primavera en la ciudad, una situación diametralmente opuesta a la de principios de enero. Entonces, el Pirineo se congelaba con mínimas de hasta 12,5 grados bajo cero en Astún, lo que confirma que cada vez serán más frecuentes los episodios meteorológicos intensos con el cambio climático.  

Un ejemplo de lo que está pasando es la estación del refugio de Góriz, situado a 2.200 metros de altitud, en el Parque Nacional de Ordesa. Es la estación meteorológica de montaña más antigua de la Aemet y el jueves llegó a 16º, el máximo absoluto de temperaturas en enero de toda su serie, según la Agencia Española de Meteorología. La mínima no bajó de 9 grados. Los espesores de nieve apenas alcanzan los 10 centímetros. 

Este viernes, Góriz ha medido otra vez 16 grados de máxima y los termómetros no han bajado de los 10. La nieve se ha reducido en un día en otros 2 centímetros.

En el resto de refugios situados por encima de 2.000 metros el panorama es similar. Bachimaña (Panticosa) ha llegado hoy a 13 grados y la Renclusa (Benasque) no ha bajado de 6. En el primero los espesores de nieve son 0. El segundo es el único albergue de montaña donde hay una capa importante, 65 cm.

El más alto del Pirineo, Cap de Llauset (Montanuy), a casi 2.500 m, apenas cuenta con 17 centímetros de nieve e igualmente ha llegado a los 13 grados. Ni siquiera se dan temperaturas negativas en el techo del Pirineo, el pico Aneto, donde la máxima de hoy llega a 2 grados y la mínima se queda en cero.    

"No tenemos esquiadores, que es de lo que vivimos en enero", comenta Martin Grudzien, guarda de Llauset. "Está siendo un invierno excepcionalmente seco con temperaturas muy altas. No recuerdo algo así. La capa de nieve se va por momento, está desapareciendo. Asoma la piedra y hasta la hierba y esto hace que cada vez se funda más rápido", indica. Para llegar en invierno a este refugio siempre hay que echar mano de esquís, pero ahora se puede llegar andando utilizando la ruta de verano porque solo hay algún nevero en el camino.  

Dos imágenes del refugio de Cap de Llauset tras la nevada de principios de enero y en la actualidad.
Dos imágenes del refugio de Cap de Llauset tras la nevada de principios de enero y en la actualidad.
Refugio de Cap de Llauset

El fenómeno de inversión térmica provoca que curiosamente haya que bajar al fondo de los valles para encontrar valores bajo cero. Sabiñánigo ha registrado la mínima con -2 grados y en Hecho ha habido -1. 

Sin nieve incluso en cotas altas 

El parte nivológico de la Aemet para el Pirineo señala que las temperaturas tan suaves están fundiendo el manto de nieve, con una distribución "más propia de comienzos de primavera" y "abundantes superficies desprovistas de nieve en áreas soleadas", incluso en cotas altas. Por encima de 2.400 metros la situación mejora, dado que las precipitaciones que se produjeron en días previos fueron íntegramente de nieve, pero a pesar de ello los espesores siguen siendo deficitarios y van menguando progresivamente.

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