Inspeccionan la escuela de Caneto a 24 horas de reabrirla por orden judicial

Educación traslada a sus técnicos para preparar el informe de deficiencias que le pidió el TSJA, mientras el alcalde considera "una barbaridad" que antes de fin de curso se volviera a cerrar.

Los niños siguen asistiendo a clase y los padres se encargan de su educación.
Aula de Infantil, una de las dos ubicaddas en cabañas de madera en Caneto.
Verónica Lacasa

La consejería de Educación ha desplazado a sus técnicos este lunes a Caneto, con objeto de realizar una inspección de la escuela y poder presentar un informe sobre las deficiencias que provocaron el cierre el pasado 7 de noviembre. Cumple así con el auto del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), que el pasado viernes obligó al departamento a reabrir cautelarmente el centro donde estudiaban 21 niños, y le dio 15 días para detallar los riesgos, reservándose la posibilidad de revertir la medida si no se subsanan los defectos y existe "riesgo para la seguridad" de los menores.  

Hasta Caneto se desplazó a primera hora de la mañana una delegación compuesta por media docena de personas, encabezada por el director general de Personal, José María Cabello. La integraban técnicos de la Unidad de Obras de la dirección provincial de Educación y del servicio de Riegos Laborales. Con ellos estuvo Jesús Solano, alcalde de La Fueva, municipio del que depende Caneto, un núcleo de la comarca del Sobrarbe, abandonado en 1960 y repoblado en 1982, donde actualmente viven 50 personas, la mayoría familias jóvenes con hijos.

La visita se produce a 24 horas de que los niños retomen las clases, después de más de dos meses sin escolarizar. Desde que el 7 de noviembre la DGA decretó el cierre del centro alegando que no cumplía con la normativa y no estaba legalizado, han sido los padres quienes se han hecho cargo por turnos de la educación de los niños

Las familias se negaron a aceptar como alternativa el traslado al vecino colegio de Tierrantona, por el riesgo del desplazamiento por carretera, unos 45 minutos, sobre todo en invierno. El transporte escolar se ha presentado cada día desde entonces, aunque se ha ido de vacío.

Los técnicos de Educación y de Riesgos Laborales supervisaron las dos aulas, de Infantil y Primaria, instaladas en dos cabañas de madera, en uso desde 2019, en cumplimiento de la orden del TSJA, que pidió a Educación indicar en el término de 15 días "cuáles son los defectos de las instalaciones que afectan a la seguridad estructural, seguridad en caso de incendio, seguridad de utilización, o salubridad", así como los requisitos de protección laboral (pensando en los profesores), "a los efectos de que puedan ser subsanados por la corporación solicitante de la autorización", es decir, el Ayuntamiento de La Fueva.  

Para el alcalde, Jesús Solano, uno de los principales obstáculos que esgrime Educación es que la escuela se ubica en suelo rústico. Caneto es una aldea repoblada y solo el caserío tiene la consideración de urbano. Además, La Fueva carece de Plan General de Ordenación. El Ayuntamiento ya remitió a Urbanismo un informe donde consta que el terreno cuenta con todos los servicios y se podía considerar como urbano. "No hemos recibido respuesta. Estamos perdidos, nos hace falta un guía y nuestros recursos son limitados", señala el responsable de este municipio de 600 habitantes. 

El Ayuntamiento ha pasado a sus servicios jurídicos el autor del TSJA para ver el alcance, ya que deja en manos de la corporación local la subsanación de las deficiencias. "Es complejo arreglarlas y ver quién lo asume". La institución municipal, que solicitó la apertura en 2019, asegura que no tiene recursos. "Si son 6.000 euros podríamos asumirlos, pero si son 100.000, no", ha indicado el alcalde. 

"La consideración de suelo urbano lleva sus trámites y su tiempo", ha reconocido Jesús Solano. Aunque hay agua, luz y otros servicios como internet, la DGA alega que no constan porque no se han aportado los proyectos técnicos de instalación. 

Otro inconveniente es que las aulas se calientan con estufas de leña, considerado un potencial peligro de incendio. "Yo en mi casa tengo estufas de leña pero hay una normativa estricta", indica el alcalde, quien cree que la percepción del riesgo en un pueblo no es el mismo que en una ciudad. "Veo más peligro en cualquier paso de cebra en Zaragoza". Respecto a otra de las deficiencias apuntadas, la inexistencia de un acceso rodado para vehículos de emergencia, responde: "Se llega fácilmente con coche a la puerta, y si hay que asfaltar son 200 metros". 

Jesús Solano ve difícil poder solucionar las deficiencias mientras los niños estén en la escuela. "Estas cosas habría que hacerlas en temporada de vacaciones. Me parecería una barbaridad que antes de fin de curso se volviera a cerrar". Si las cabañas de madera no cumplen, apunta, "igual hay que montar casetas prefabricadas como hay en muchos colegios".  

Cabe recordar que según la DGA la escuela de Caneto "nunca ha existido como tal", porque se abrió un expediente a instancias del Ayuntamiento y se montaron las aulas pero no se llegó a legalizar conforme a la normativa. No tiene código de centro, no ha sido publicada en un BOA y no se han realizado los trámites necesarios. Y los reiterados informes de los técnicos han sido todos desfavorables.

Por su parte, los padres, que solicitaron la medida cautelar atendida por el TSJA, confían en que esta se prolongue. Fuentes jurídicas indicaron que la contracautela no tiene plazo. El alcalde también confía en que los niños puedan acabar el curso, "que es lo importante para que no pierdan el año". 

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