El refugio más visitado del Pirineo cerrará tres meses para completar su reforma

La Federación Aragonesa de Montañismo invertirá casi un millón de euros en Góriz poniendo fin al proyecto de renovación iniciado hace casi 20 años.    

El refugio de Goriz, en el valle de Ordesa.
El refugio de Goriz, en el valle de Ordesa.
FAM

El refugio de Góriz, uno de los más populares del Pirineo, cerrará por obras entre el 22 de abril y el 12 de julio de 2024 para completar el largo proyecto de reforma iniciado hace casi 20 años. Por razones de seguridad, se ha descartado que los trabajos puedan compaginarse con la atención al público.  

La Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), propietaria del alojamiento, ha anticipado el calendario de obras (en estos días se solían abrir las reservas para la primavera y el verano) para que los montañeros puedan planificar sus salidas. Conllevarán una inversión cercana al millón de euros, aportados en su mayor parte por el Organismo Autónomo Parques Nacionales con fondos europeos y la colaboración de la Diputación de Huesca y la propia FAM.  

"Es una noticia tan buena como esperada", señala la Federación, aunque con el efecto no deseado del cierre temporal debido a las características de los trabajos. La sustitución completa de la vieja cubierta del edificio original obliga a extremar la seguridad para usuarios, visitantes ocasionales y trabajadores. 

El calendario podría variar en función del desarrollo de los trabajos y la meteorología, aunque de momento se han cerrado las reservas de alojamiento tanto dentro del refugio como en la zona de acampada entre el 22 de abril al 12 de julio de 2024. 

Góriz comenzó a construirse en el año 1961. El refugio más visitado del Pirineo, con una media de 12.000 pernoctaciones al año, es la base para la ascensión al Monte Perdido (la tercera cima en altitud de Aragón y la que atrae a más personas) y a otras cumbres como el Cilindro, Soum de Ramond, Marboré, Casco, Taillón, Brecha de Rolando o gruta helada de Casteret, así como punto de paso de la Senda Transpirenaica (GR-11).

Los guardas permanecerán en el refugio cumpliendo sus funciones de toma de datos meteorológicos, ayuda en caso de necesidad o accidente e información para los montañeros, "pero no prestarán atención al público ni ofrecerá servicios de alojamiento, bar y manutención". Tampoco se  dispondrá de la parte libre ni tendrá abiertos los aseos, "al no ser recomendable por seguridad el que personas ajenas al desarrollo de las obras estén en el entorno o dentro del edificio". 

Las obras, a cargo de la empresa Prames, no son fáciles a esta altitud (2.200 metros), donde los materiales deben subirse en helicóptero. Además solo se pueden desarrollar en primavera o verano. Otro condicionante es que está en un espacio protegido, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Sergio Rivás, responsable de refugios de la FAM, ha explicado que el permiso de obras se obtuvo para todo el proyecto de reforma, y solo será necesaria la autorización de sobrevuelo del Parque, al ser esta una actividad muy restringida. 

El cierre afectará al alojamiento interior y también a la acampada en la zona habilitada fuera, al no poder utilizarse los baños. De momento se desconoce si el Parque Nacional tomará alguna medida provisional, ya que desde 2022 está totalmente prohibido el vivaqueo a cualquier cota en el valle de Ordesa y solo había un área autorizada en Góriz para tiendas para 50 personas, previa reserva. 

"Esta será la última fase de la reforma", señala Luis Muñoz, uno de los guardas. Ya se construyó un edificio nuevo junto al original y ahora quedaba pendiente la remodelación de la parte más antigua. Esta consistirá en la sustitución del tejado, con más de 60 años, la construcción de una planta bajo cubierta y la reestructuración de la planta primera para hacer habitaciones con menos camas (hasta seis) y baños, el mismo modelo de la zona nueva. La capacidad final será la misma, 80 plazas, "pero todo con el doble de espacio", aclara el guarda, y adaptándose a la normativa aragonesa de refugios, que marca entre otras cosas, el número de baños por camas. 

Los guardas se quedan

Los guardas permanecerán en Góriz los meses de cierre. "Tenemos que atender a los trabajadores de la obra, darles de comer y alojarlos,  seguir con nuestros trabajos de mantenimiento y de toma de datos meteorológicos diarios y atender a algún montañero con problemas", explica Muñoz. 

La remodelación de Góriz arrancó en 2006. Desde entonces, se han realizado la ampliación del sótano, instalación del punto limpio, aumento de su capacidad duplicando la superficie, renovación del sistema de depuración y construcción de aseos y duchas adyacentes para la zona de acampada. "El edificio necesitaba una renovación. Estamos muy contentos porque finalmente se completarán las obras después de tantos años, aunque no podamos empezar la temporada hasta mediados de julio, a pesar de que mayo y junio son meses de mucho trabajo", concluye Luis Muñoz. 

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