La nieve ha llegado con el año nuevo a las estaciones de esquí del Pirineo aragonés
Las precipitaciones caídas esta madrugada en Candanchú-Astún ha permitido mantener espesores. Se ha producido nieve con los cañones y se ha sentado una base para las nevadas del día 6 de enero.
El año nuevo ha empezado bien en las estaciones de esquí del Pirineo aragonés. Los dos complejos situados en la zona más oriental de la provincia de Huesca han recibido en la madrugada de este lunes precipitaciones níveas desde 1.800 m hacia arriba. La nieve caída en Candanchú y Astún, que esta temporada vuelven a ofrecer un dominio esquiable conjunto de 100 kilómetros, ha ayudado a mantener los espesores en mejores condiciones, según han indicado desde el primero.
Las precipitaciones registradas con esta entrada del año han permitido hacer nieve de cañón, y la zona de Tobazo alto ha sentado una base para recibir las nevadas previstas el día 6 de enero, que, en principio, ayudarán a ampliar el dominio esquiable, han añadido las mismas fuentes.
Los centros de esquí de Aragón ofrecen este lunes un total de 63,4 kilómetros para la práctica del esquí. En Candanchú-Astún hay 25 km para la práctica del deportes blanco, con 26 pistas y 11 remontes en funcionamiento.
En Formigal-Panticosa, del grupo Aramón están abiertas 15 pistas, con 21 km esquiables. Hay 12 remontes en marcha. En Cerler, también del 'holding' aragonés de la nieve, hay nueve remontes y otras tantas pistas abiertos, con 11 km.
En Valdelinares, en Teruel, se ofrecen 3,5 km, con tres pistas y cinco kilómetros. En Javalambre, también en la provincia turolense hay 2,9 km, con tres pistas y dos remontes.