Los expertos dan la batalla en Sabiñánigo contra la herencia tóxica del lindano

Científicos de cuatro universidades y un instituto de investigación participan esta semana en Sabiñánigo en un encuentro para avanzar en los trabajos de descontaminación de los suelos afectados por  lindano. El vertido incontrolado de residuos de este herbicida, generados por la empresa química Inquinosa hace 30 años, le está costando a los gobiernos central y autonómico decenas de millones de euros.

Los expertos han formado un grupo científico para compartir los avances realizados hasta el momento. Cada año celebran una reunión para poner en común sus experiencias. Las jornadas se desarrollan hoy y mañana en Sabiñánigo, donde la citada empresa vertió de forma incontrolada toneladas de residuos, una herencia tóxica que persiste.  

La producción de lindano apenas duró 15 años, pero su remediación se sigue prolongando. En 1989 cesó la actividad y en 1994 se abandonó definitivamente la fábrica. La guerra contra la contaminación se libra en tres frentes de batalla: los vertederos de Sardas y Bailín, en los que se lleva años actuando, y la planta de producción, otra fuente de problemas, a pocos metros del embalse de Sabiñánigo, cuyo desmantelamiento no ha hecho más que empezar. 

Está previsto que participe en las jornadas la directora general de Calidad Ambiental, María Martínez Martínez, junto con técnicos del Gobierno de Aragón implicados en los trabajos de descontaminación, ya que es esta la administración la responsable de las actuaciones.

Gobierno de Aragón

En el marco del contrato actual con la empresa Emgrisa, se está trabajando con varios grupos de expertos en cinco líneas de investigación en descontaminación de suelos, algunas de las cuales ya se están aplicando a escala de campo. Las jornadas están organizadas precisamente por esa compañía, que lleva desarrollando esta labor desde hace más de 12 años.

Uno de los grupos participantes es Inproquima, de la Universidad Complutense de Madrid, que expondrá los avances en los tratamientos fisicoquímicos, especialmente en la eliminación de fase densa. Otros grupo son el de Gestión Sostenible de los Recursos Hídricos y del Suelo de la Universidad de La Coruña, que aborda la modelización matemática de los flujos de agua y contaminantes; y Tequima (Tecnología Química y Medioambiental) de la Universidad de Castilla-La Mancha, encargada de exponer los avances de los tratamientos electroquímicos.

A estos se une el grupo de Tecnologías de (Bio) Remediación Ambiental y Valorización de Efluentes Residuales de la Universidad Autónoma de Barcelona, para explicar el tratamiento de las aguas contaminadas mediante bacterias y las perspectivas de construir una biobarrera para minimizar el aporte de contaminantes de las aguas subterráneas al embalse. Y por último está el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario, encargado de abordar los avances en fitoremediación, usando árboles y plantas seleccionados para tratar los suelos contaminados.

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Este amplio abanico multidisciplinar ya está dando frutos, según el Gobierno de Aragón, puesto que se están aplicando algunas de las técnicas de descontaminación en el vertedero de Sardas, y otras podrán hacerlo en un plazo corto de tiempo.

El Gobierno de Aragón lleva 30 años realizando trabajos de control y contención en los dos vertederos y en una tercera fase, en la fábrica. A finales de la década de los 90, una vez acabó la construcción de la variante de la N-330, llevó a cabo el sellado perimetral y superficial de Sardas. Tras la detección en 2009 de la fase densa del residuo en la cuneta del pie de la carretera, se iniciaron de inmediato una serie de trabajos urgentes para el control y captación de los lixiviados y la investigación de la situación de los contaminantes. El problema se repitió en el vertedero de Bailín.

Desde esa fecha, la Comunidad Autónoma viene licitando contratos millonarios para el seguimiento hidrogeológico de los vertederos y el trabajo de eliminación de los residuos, altamente contaminantes.

Los trabajos de remediación y control de los emplazamientos contaminados permiten mantener "una situación baja de riesgo". Los indicadores en el río Gállego, que son la garantía para el uso del agua de boca y riego, están "en niveles muy favorables", indican las mismas fuentes. Y los avances en todas estas técnicas de descontaminación hacen prever que, a medio plazo, los aportes al río desde las aguas subterráneas y superficiales podrían estar ya fuera de riesgo. "El desarrollo de barreras de seguridad en Sardas, y también en Bailín es inminente y la eliminación del factor de mayor riesgo, que es la presencia de fase densa, está claramente encauzada", señalan.