La Guardia Civil conoce en primera persona las dificultades de las personas con discapacidad en el Camino de Santiago

Santa Cilia ha acogido este lunes las II Jornadas recíprocas en materia de discapacidad en el Camino de Santiago, organizadas entre la Dirección General de la Guardia Civil y la Fundación ONCE.

Guardias Civiles en las II Jornadas Recíprocas
Guardias Civiles en las II Jornadas Recíprocas
Laura Zamboraín

Una veintena de Guardias Civiles de diferentes especialidades han vivido en primera persona las dificultades que tienen las personas con discapacidad a la hora de moverse o comunicarse. Y lo han hecho en Santa Cilia, en el marco de las II Jornadas recíprocas en materia de discapacidad en el Camino de Santiago, organizadas entre la Dirección General de la Guardia Civil y la Fundación ONCE.

Los agentes se han puesto en la piel de personas con diferentes tipos de discapacidad, para conocer de primera mano cómo empatizar con ellos, cómo facilitarles seguridad, auxilio, ayuda o lo que necesiten cuando realizan el Camino de Santiago. Y es que el 90% del territorio policial donde discurre el Camino de Santiago en España, pertenece a demarcación de la Guardia Civil, encontrándose éstos a numerosos peregrinos con diferentes inquietudes o necesidades.

El objetivo de estas jornadas “es dar a conocer a los guardias civiles cómo tratar a estas personas y las dificultades que tienen”, explica Marta Ruiz, teniente adjunta de la compañía de Jaca de la Guardia Civil. Por ello se han organizado tres talleres, cada uno según el tipo de limitación (auditiva, visual y de movilidad), en los que han simulado diversas situaciones atendiendo a personas con diferentes discapacidades y dando pautas para su atención y trato. La actividad se ha desarrollado con una primera parte de conocimientos teóricos y una segunda parte de práctica.

En cuanto a la discapacidad motora han aprendido cómo realizan los tramos las personas que van en silla de ruedas o la trasferencia de silla. Un usuario de la Fundación ONCE les ha indicado la importancia que tiene presentarse como agentes de seguridad y decir quiénes son, porque las personas con deficiencias visuales o discapacidad intelectual posiblemente no lo sepan, y luego preguntar qué es lo que necesitan. Los agentes se han montado en la silla de ruedas y han comprobado lo difícil que es en determinadas ocasiones transitar por lugares con orografía irregular. Para comprobar qué siente una persona ciega, se han colocado antifaces y se han dejado llevar por un guía. Y utilizando tapones, han sido conscientes de lo complicado que resulta a veces poder comunicarse.

La Fundación ONCE ha facilitado los diferentes medios, así como los instructores con los que se han realizado diferentes actividades “para que los guardias civiles se pongan en la piel de una persona con estas discapacidades y sepan cómo facilitarle seguridad, auxilio o ayuda”, añade la teniente.

Estas jornadas llegan por primera vez a Santa Cilia, y se seguirán impartiendo en diferentes provincias. Han participado 20 Guardias Civiles de varias unidades de la Guardia Civil de la Comandancia de Huesca: Seguridad Ciudadana, patrulla Fiscal y Fronteras, USECIC, Policía Judicial, Seprona y Montaña.

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