Los alcaldes de las principales ciudades de Huesca urgen acabar las autovías antes del 2030

Los ayuntamientos de Huesca, Monzón, Barbastro, Fraga y Jaca, todos gobernador por el PP, han mantenido un primer encuentro tras las elecciones municipales.

De izquierda a derecha, los alcaldes de Fraga, Barbastro, Huesca, Monzón, Jaca y Binéfar.
De izquierda a derecha, los alcaldes de Fraga, Barbastro, Huesca, Monzón, Jaca y Binéfar, en el colegio de Santiago del ayuntamiento de la capital oscense.
Javier Navarro

Los alcaldes de las ciudades de más de 10.000 habitantes de la provincia de Huesca, todos ellos del Partido Popular, han instado al Gobierno central a que termine cuanto antes los tramos de las autovías A-21, A-22 y A-23, todavía por finalizar después de más de 20 años de obras. La de Huesca, Lorena Orduna, ha ejercido de anfitriona de un encuentro al que han asistido sus colegas de Monzón (Isaac Claver), Barbastro (Fernando Torres), Fraga (Ignacio Gramún), Jaca (Carlos Serrano) y Binéfar (Patricia Rivera).  

Lorena Orduna ha anticipado que es la primera de futuras citas de los ayuntamientos más grandes de la provincia para debatir asuntos comunes como las policías locales, la presión fiscal, la gestión de residuos o el turismo. "Queremos compartir inquietudes y ayudarnos entre todos", ha dicho. "Generar sinergias y buscar una unidad", ha añadido Isaac Claver. 

Un problema común son los tramos aún pendientes de las autovías A-21, A-22 y A-23. "Que finalicen ya las obras", han reclamado los alcaldes, "y no se ningunee" a la provincia. 

En la A-22 (Huesca-Lérida), falta solo el tramo de Siétamo, que debería haberse inaugurado en 2021 pero no estará como mínimo hasta el 2024. En la A-23, queda por acabar la variante de Sabiñánigo, en obras, y se han licitado hace poco los últimos 8 km entre Lanave-Sabiñánigo. También está pendiente la conexión de la A-23 con la A-21, la variante de Jaca, un proyecto que debe actualizar su presupuesto, ya que data de hace una década. Y en la A-21, hasta el límite con Navarra, los tramos Puente La Reina-Fago y Sigüés-Tiermas.

El alcalde de Monzón y presidente de la Diputación de Huesca ha hablado de los "retrasos constantes, año tras año y sine die" del tramo en  obras que completará el recorrido de la Huesca-Lérida. "Todavía no tenemos una fecha cierta de finalización para esos 11 kilómetros, cuando el resto del recorrido a Lérida acabó hace ya años", ha dicho Isaac Claver. 

Por su parte, el alcalde de Jaca, Carlos Serrano, ha pedido plasmar las inversiones necesarias en los Presupuestos Generales del Estado para acabar con los cuellos de botella generados tanto en la A-21, desde Pamplona, como en la A-23, en el puerto de Monrepós, debido al encadenamiento de los tramos de autovía con otros de carretera convencional.

"Se ha creado un cuello de botella, no se han finalizado los tramos de la A-21 y la A-23 y encima nos encontramos con que los 8,5 kilómetros de la variante de Jaca siguen sin licitarte, llevan atascado muchos años", ha lamentado Serrano. Según ha explicado, ha habido que actualizar el presupuesto de 115 millones, "y en las plurianualidades no vemos que se pongan las cantidades necesarias". 

El alcalde de Jaca teme que los plazos se vayan "más allá del 2030, y eso es inadmisible". "Desde el territorio y con la unión de alcaldes, la Diputación y el Gobierno de Aragón tenemos que reivindicar esas comunicaciones porque si no, nos vemos abocados a esos cortes de carreteras y no tiene sentido hablar de vertebrar el territorio". 

Aunque los alcaldes han reconocido que se han desbloqueado algunos tramos, como el de Lanave-Sabiñánigo, licitado hace dos meses, el periodo de ejecución es largo. Según el pliego de esta obra, durará 59 meses, casi cinco años, es decir que como pronto se completaría el trazado de la A-23 en el 2028.

Según los alcaldes del PP, de acuerdo con las plurianualidades marcadas en los Presupuestos Generales del Estado, las obras se demorarían hasta el final de la década. "Esto es lo que hay que modificar, hay que ser valientes, hay que poner las inversiones necesarias, para que vaya todo al unísono, no tiene mucho sentido que haya tramos de la zona del pantano de Yesa, en la conexión de la A-21 con la A-23, donde se han hecho unos sí y otros no, porque nos encontramos con que se producen unos atascos tremendos, como ocurrirá cuando empecemos ahora la temporada de esquí", en palabras del de Jaca. 

Afecta, ha añadido Serrano, a los visitantes del País Vasco y Navarra, que entran por la A-21, pero también a los del centro de la península, que lo hacen por el puerto de Monrepós (A-23). Serrano espera que "como máximo en cuatro años finalicen las obras de la A-21, la A-23, la A-22, pero sobre todo los cuellos de botellas".

   

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