El obispo de Barbastro-Monzón considera a los voluntarios el "mayor activo de la diócesis"
Apela a la donación el próximo domingo con motivo del Día de la Iglesia Diocesana.
El obispo de Barbastro-Monzón, monseñor Ángel Pérez, ha puesto en valor el papel del voluntariado al servicio de la Iglesia en esta “pequeña diócesis” pero “que tiene a tantas personas en acciones de celebración”. “Nuestro mayor activo en la diócesis son las personas que dedican capacidades, recursos, oraciones … son sensibles y solidarios, tienen misericordia en el corazón y son la Cáritas ambulante de nuestra diócesis”.
Así se ha referido este miércoles por la mañana el prelado altoaragonés al trabajo que realizan voluntarios cristianos como la binefarense Pilar Cortés, que fue una de las vecinas de la capital literana que contribuyó a recaudar donativos para la restauración de la iglesia de San Pedro, o Carlos Locán, catequista, cofrade, animador juvenil y uno de los miembros de la asociación belenista Isaac Lumbierres que montan el Belén de Monzón cada Navidad.
Sus testimonios han ilustrado el lema de la campaña con la que se presenta este domingo el Día de la Iglesia Diocesana: “Orgullosos de nuestra fe”. Junto a ellos estaban en la presentación de la campaña, la responsable de medios de comunicación, Ascén Lardiés, y la ecónoma Marta Calavera, quien ha aportado las cifras de la diócesis, que este domingo recibirán al salir de misa los fieles.
Del informe de 2022 se desprende que la diócesis tuvo 1.614.495 euros de ingresos directos a través de las donaciones de los fieles. Los gastos ordinarios destinados a acciones pastorales y asistenciales ascendieron a 1.793.778,04 euros, lo que supone un un 35,5% de los gastos generales. El total de ingresos anuales ascendió a 5.044.143,88, misma cantidad de gastos.
La diócesis cuenta con 400 voluntarios que prestan servicio en Cáritas, 61 en Manos Unidas y una amplia cifra de colaboradores que realizan todo tipo de acciones al servicio de la Iglesia desde atender los oficios, ayudar en el coro, lavar y planchar ropa, visitar enfermos… “Somos y hacemos y estamos orgullos de ser personas que nos queremos”, sentenció el obispo quien pidió colaborar con aportaciones este domingo y poner algo de su tiempo al servicio de los demás.
La presentación de esta campaña tuvo lugar en la Casa de la Iglesia, unos nuevos locales restaurados de las antiguas aulas del colegio Seminario La Inmaculada que prestó educación a lo largo de 70 años hasta su cese a comienzos del presente siglo. El obispado está invirtiendo en este espacio para convertirlo en una zona pastoral lúdica y social donde se pueda impartir catequesis, celebrar reuniones, encuentros, … hay zona wi fi, zona para las familias y para hacer deberes, pistas polideportivas y en breve se incorporará un parque infantil.
