Huesca cerrará los parques cuando las rachas de viento superen los 60 km/h
El equipo de gobierno del PP elabora un protocolo de actuación junto con los bomberos con distintos niveles de alerta a raíz de la tormenta del pasado verano que derribó cerca de 50 árboles.
Los parques de la ciudad de Huesca se cerrarán al público por seguridad cuando la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anuncie vientos superiores a los 60 kilómetros por hora. Así lo marca el nuevo protocolo de actuación que ha elaborado el equipo de gobierno del PP junto con los bomberos para prevenir daños personales y materiales antes situaciones como la tormenta del pasado verano que ocasionó numerosos destrozos en el arbolado al alcanzarse rachas de 82 km/h.
La alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha presentado los detalles de este protocolo junto a los concejales de Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente, Gemma Allué y José Miguel Veintemilla, y el jefe del Servicio de Extinción Incendios, Ignacio Farjas.
Como ha explicado este último, hasta ahora existía solo un plan específico de actuación ante fenómenos meteorológicos invernales, pero no uno concreto para el viento "que es un fenómeno que puede pasar cualquier día del año y aunque se han cerrado parques en diferentes ocasiones, no teníamos un protocolo de respuesta". Este jueves se ha puesto en marcha por primera vez ante la previsión de rachas de más de 50 km/h, aunque a medio día ya se ha desactivado al disminuir estas velocidades.
Así, ahora han fijado tres niveles de alerta en función de las rachas de viento: amarillo (de 50 a 70 km/h), naranja (de 70 a 90) y rojo (más de 90). "Es diferente a otras partes de España porque a lo mejor ahora vemos que en Galicia hay vientos de más de 120 kilómetros por hora y allí nadie de asusta, pero aquí en Huesca sí que pasan cosas, como ocurrió en verano con rachas de 82 km/h que provocaron la caída de bastantes árboles y ramas", ha destacado.
En el caso concreto de los parques, se ha marcado un límite de 60 km/h para cerrarlos "porque con la experiencia que tenemos, hemos visto que con menos viento no pasa nada reseñable salvo algún tronchamiento de ramas o árboles".
El jefe de bomberos ha destacado que el cierre físico del parque Miguel Servet es factible al tener un número de accesos limitado, pero no en el resto de parques que también presentan riesgo, como el pinar del cerro de San Jorge por ejemplo, por lo que en ese caso se aconsejará no transitar por ellos o se balizarán con señales informativas y cintas.
Pese a todo, también ha recordado a la población que ante la previsión de lluvias y vientos fuertes se recomienda no salir a la calle y en caso de hacerlo no atravesar zonas de masas arboladas; cerrar ventanas y recoger toldos; retirar de las terrazas las macetas y las jaulas de los pájaros...
El protocolo pretende dar una respuesta coordinada de distintas áreas municipales que incluye a los bomberos pero también a Policía Local, Servicios Generales o Medio Ambiente.
Lorena Orduna ha incidido en la importancia de seguir las recomendaciones cuando haya fenómenos meteorológicos adversos "porque no puede ser, como ocurrió este verano cuando cerramos el parque Miguel Servet, es que haya personas que entren constantemente y se expongan a un riesgo", ha advertido. En este sentido, también espera que cuando el Ayuntamiento active una alarma "la gente retire todo lo que tenga en su terraza y pueda salir volando, por su propio bien y el de los vecinos que pasen por la calle".
La tormenta del 27 de julio provocó 442 llamadas por incidencias (caída de árboles, inundaciones...) y 184 intervenciones en toda la ciudad obligando a retirar 48 árboles caídos o en riesgo y 137 ramas de menor tamaño. Se recogieron 79.000 kilos de leña, 11.000 de ellos en el Miguel Servet, cuando en la misma semana del año pasado se habían retirado 6.500 kilos.
