Condenado por abusar de dos menores que entraron a comprar a su tienda en Monzón

Las chicas, de 13 y 14 años, fueron a comprar alcohol y el dependiente le realizó tocamientos a una de ellas  e intentó besarla.  

Palacio de Justicia de Huesca este miércoles, donde debía celebrarse el juicio.
Palacio de Justicia de Huesca este miércoles, donde debía celebrarse el juicio.
Verónica Lacasa

La Audiencia Provincial de Huesca ha impuesto una pena de casi dos años de prisión al dependiente de un establecimiento comercial de Monzón acusado de abusos sexuales contra dos menores en la trastienda del local, cuando las chicas, de 13 y 14 años, entraron a comprar alcohol. El juicio estaba previsto para este miércoles pero finalmente no se ha celebrado ya que el abogado defensor ha alcanzado un acuerdo con el fiscal y la acusación particular para fijar la condena.

Los hechos ocurrieron el 22 de diciembre de 2020 sobre las 9.00. Las menores entraron en el supermercado para comprar dos botellas de vodka. El dependiente les respondió que esperaran en la trastienda, un lugar fuera del alcance de las cámaras de videovigilancia, para acudir allí cuando se marcharan los clientes. 

Pasados unos minutos, el procesado, de nacionalidad extranjera, entró en la trastienda con las dos botellas de vodka y se las entregó a una de ellas. Cuando la chica se las estaba guardando debajo de su camiseta, aparentando ayudarla y "con intención lasciva", según el escrito de conformidad, le tocó los glúteos y el pecho. Luego se bajó su mascarilla y la de la menor y se acercó para intentar besarla en la boca. 

A continuación, comenzó a bajarse los pantalones y con la misma intención se dirigió a la otra menor, pero esta logró zafarse al decir que entraba gente en la tienda y consiguió salir del establecimiento.

El acuerdo alcanzado tiene en cuenta que el hombre abonó con anticipación 5.000 euros para afrontar las indemnizaciones. Además cambió de lugar de residencia para que las víctimas se encontraran seguras. Así, la acusación particular entiende que se ha resarcido el daño y ha mostrado su conformidad con la pena pactada, evitando que las menores tengan que declarar en un juicio.

Se considera que el acusado tiene arraigo social y familiar y sería desproporcionada la expulsión a su país. Dispone de una tarjeta de residencia permanente en España, donde lleva 12 años en situación regular y donde ha trabajado y ha sido titular de comercios.

Por el delito de abuso sexual se le ha impuesto una pena de un año de prisión y la prohibición de comunicarse con las dos menores o aproximarse a ellas a menos de 300 metros durante tres años. Por el delito de abuso sexual en grado de tentativa lo condenan a otros nueve meses de prisión, y deberá indemnizar a las chicas con 3.000 y 2.000 euros, que ya ha abonado. La pena se le suspenderá para que no entre en prisión, con la condición de que no vuelva a delinquir en tres años. 

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