Los padres reclaman la contratación de los auxiliares de educación especial en Huesca
La Junta de Personal Docente, Fapar , la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública y Asociación provincial para la defensa de los derechos Acnee denuncian los recortes sufridos este curso.
"Es una emergencia, porque la calidad educativa de estos niños y de sus compañeros de clase está en juego". Los padres de escolares con necesidades educativas especiales han vuelto a denunciar los recortes en la contratación de auxiliares de educación (se ha empezado el curso con la mitad de los que había el año pasado) y han reclamado a la administración aragonesa la inmediata convocatoria de las 86 plazas anunciadas para compensar esta carencia.
Alrededor de 300 personas se han concentrado este martes por la tarde en Huesca para apremiar a Educación y para conocer cuántas horas de trabajo se contratarán. "No es lo mismo 86 plazas a 10 horas cada una que a 35", ha señalado Mara Cajal, vocal de la recién creada Asociación provincial para la defensa de los derechos Acnee. "Además, tenemos que saber la distribución de cada auxiliar en cada colegio porque en los centro rurales no hay ninguno", ha precisado.
Los padres también quieren que les concreten si esas 86 plazas (aún faltarían 20 para alcanzar las del año pasado) serán para las tres provincias. En los centros escolares de la de Huesca faltan 870 horas semanales para llegar a la cobertura del año anterior.
La protesta de este martes ha sido convocada por la Junta de personal docente no universitario de la provincia, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de la Escuela Pública de Aragón (Fapar), la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública y la mencionada asociación. Por la mañana, CC. OO. se ha concentrado en el patio del colegio Juan XXIII de Huesca para denunciar la falta de auxiliares de educación infantil y recordar que la provincia es la más perjudicada.
La consecuencia de esta falta de auxiliares tiene muchos ejemplos sangrantes. Uno de ellos es el de un niño que está en quinto de primaria en un centro de la capital oscense al cual su madre ha tenido que ir a buscar antes de que acabaran las clases en varias ocasiones. "Además, muchos de estos niños igual pasan meses en hospitales así que cuando vuelven al aula están totalmente perdidos", ha resaltado.
Los padres también consideran importante que el niño tenga un auxiliar más o menos fijo. "Precisan de una persona de confianza, que sepan que puede ayudarle", apunta Cajal. "Esto es una emergencia y si no lo consideran así, que nos lo digan porque al final la calidad educativa de estos escolares no está siendo equiparable a la del resto, que también se ven perjudicados si un profesor tiene que estar atendiendo a un acnee", añade.
Las organizaciones convocantes han dado lectura a tres manifiestos, concluyendo que los profesores también se ven desprotegidos y que "la educación es un derecho y la inclusión es un derecho, una obligación y una asignatura pendiente". "Creemos que, todos los niños tienen el derecho de acceder a una educación de calidad y en un entorno inclusivo que promueva su desarrollo integral y su plena participación en la sociedad", señalan. "Los auxiliares de educación especial desempeñan una función crucial en este proceso al brindar el apoyo necesario para que los acnee puedan prosperar académica y socialmente", apostillan
