Huesca licita el estudio para definir y poner en marcha la zona de bajas emisiones (ZBE)

Hay que limitar las áreas urbanas donde se aplicarán restricciones de acceso, circulación y estacionamiento a los vehículos en función de su nivel de emisiones contaminantes.

Imagen de uno de los accesos a la zona peatonal de Huesca, vigilado con cámaras.
Imagen de uno de los accesos a la zona peatonal de Huesca, vigilado con cámaras.
Rubén Darío Núñez

El Ayuntamiento de Huesca ha sacado a concurso la redacción de los estudios previos y la gestión para la implantación de la ZBE (Zona de Bajas Emisiones) en la ciudad, dentro del programa de ayudas a municipios en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea. Diez años después de la peatonalización del centro urbano, la capital oscense debe iniciar un nuevo proceso de movilidad, obligado por Europa para las ciudades de más de 50.000 habitantes. Se trata de definir las áreas donde se aplicarán restricciones de acceso, circulación y estacionamiento a los vehículos en función de su nivel de emisiones contaminantes.

La financiación europea está vinculada al cumplimiento de determinados plazos, de manera que todas las actuaciones que van a subvencionarse deben estar adjudicadas antes de final de marzo de 2024 y ejecutadas antes del 30 de junio de 2025.  El contrato para la redacción de los estudios se ha licitado por  337.500 euros ( 408.375 con IVA). 

Las actuaciones para implantar y poner en funcionamiento la ZBE y las actuaciones para calmar el tráfico rodado y mejorar de la seguridad en itinerarios escolares están incluidas en el proyecto 'Mueve T en verde: Transformación digital, sostenible y segura de la movilidad en la ciudad de Huesca' que el Ayuntamiento presentó a la convocatoria en septiembre de 2022. 

El presupuesto total del proyecto asciende a 2,8 millones de euros. Ha sido subvencionado con  2.083.500 millones. Entre las actuaciones concretas está ampliar la anchura de algunas aceras, adecuación del carril bici y acciones de señalización y sobre todo de sensibilización para hacer más seguros los itinerarios escolares.

Se actuará en todos los centros, beneficiando a más de 10.000 escolares y se harán mejoras en la calle de Alcañiz, en concreto del tramo que va desde Clara Campoamor hasta la calle Badajoz, para que sea una zona segura de acceso al colegio para los peatones. Otra de las iniciativas es la implantación de sensores a lo largo de toda la ciudad para obtener información sobre movilidad y calidad ambiental, pero también para la  regulación adaptativa y eficiente del alumbrado en las calles en función de la presencia de viandantes. También se plantea la colocación de sensores para crear pasos de cebra inteligentes adaptados a personas con movilidad reducida. 

Según el pliego de condiciones, el adjudicatario deberá realizar un estudio de movilidad que abarque el conjunto urbano y los accesos rodados a la ciudad. También deberá acometer un plan de calidad del aire y un sistema de monitorización ambiental así como un programa de acción de control de ruido. A partir de estos se definirán la ZBE y las herramientas de digitalización necesaria para su implantación. 

 

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