La Diputación de Huesca ha comenzado el nuevo curso político con un encontronazo entre el equipo de gobierno del PP y el PSOE, que ha pasado a la oposición después de 24 años al frente de la institución, acerca de los criterios de reparto de la subvenciones nominativas y de las ayudas del nuevo Plan Impulsa aprobadas este jueves.

Ese último plan inyectará 7,1 millones de euros a los municipios para inversiones en vías públicas, en recursos hidráulicos, en protección del patrimonio histórico-artístico, en gestión del patrimonio y en conservación de caminos vecinales. A ellos se sumarán los 23,3 millones del plan ordinario de obras (POS) presupuestados para 2023.

Populares y socialistas se han cruzado duras críticas en el pleno celebrado este lunes y en el que el presidente, Isaac Claver, ha tenido que comparecer de forma telemática ya que se encuentra de reposo por una reciente operación. Al inicio, toda la corporación ha expresado su solidaridad y condolencias con el pueblo marroquí por el reciente terremoto. 

El primer punto del orden del día ha elevado ya la tensión después de que el portavoz socialista de Hacienda, Fernando Sánchez, haya denunciado que pese que el PSOE gobierna en el 50% de los ayuntamientos de la provincia, solo uno de había beneficiado de una subvención nominativa. Se trata en concreto de Castiello de Jaca, que recibirá más de 64.000 euros para unas obras en un barranco (otra partida de 40.000 euros para San Miguel de Cinca, también de gobierno socialista, ya estaba incluida anteriormente en los presupuestos), lo que supone solo un 14% de los casi 500.000 euros que se han repartido entre 11 ayuntamientos más de la provincia (Seira, Binaced, Estopiñán del Castillo, Lupiñén-Ortilla, Grañén, Argavieso, Chimillas, Gurrea de Gállego, Tamarite de Litera, Adahuesca e Isábena). 

"Pese a que estamos de acuerdo en muchas de las partidas, nos parece una gran desproporción y por eso vamos a votar en contra ya que se ningunea a los ayuntamientos que gobierna el PSOE", ha argumentado Sánchez. Además, ha recordado que en el anterior mandato el 92% de este tipo de modificaciones presupuestarias se aprobaban por unanimidad y han criticado que se les citó a una reunión el 4 de septiembre cuando el decreto se firmó el 31 de agosto. Aun así, ha insistido en que "estamos abiertos a negociar". 

En respuesta a ello, la vicepresidenta Celsa Rufas ha explicado que la partida de subvenciones da respuesta a solicitudes de entidades sociales, culturales y también de ayuntamientos "y si no han llegado más del PSOE es que a lo mejor consideran que habían recibido ya suficientes a lo largo de los últimos años", ha subrayado. Además, ha acusado a los socialistas de "mentir" al decir que no habían querido negociar estas subvenciones, asegurando que ambos partidos habían mantenido cuatro reuniones en las últimas semanas sobre el tema "pero aún estamos esperando su respuesta", ha añadido.

Rufas considera que el grupo socialista en la DPH "quiere hacer un circo de esta institución, hacer demagogia, faltar a la verdad y tergiversar los datos" y les ha pedido "un poco de prudencia, respeto al PP y a la Diputación y que se vayan acostumbrando a estar en la oposición". 

Verónica Lacasa

Además, Gemma Betorz, del PSOE, y Álvaro Bescós, diputado de Obras, han protagonizado otro agrio debate sobre el Plan Impulsa que ha convocado la Diputación de Huesca.

Betorz ha afirmado que pese a estar de acuerdo en la "oportunidad" que supone este plan y en su presupuesto, han decidido abstenerse en la votación por el "injusto" reparto de las ayudas ya que, según el PSOE, se ha "favorecido" a los ayuntamientos más grandes al no poner límite al criterio de habitantes, uno de los que se tienen en cuenta junto al de número de entidades singulares, además del fijo de cada consistorio. 

Y ha puesto como ejemplo los incrementos que experimentan Sabiñánigo (230%), Jaca (227%) o Monzón (192%), frente a los de pueblos  pequeños como Adahuesca o Poleñino (4%).  A su juicio, "se perjudica a los municipios de menor tamaño que están más necesitados de ayudas y que tienen menos margen para aumentar ingresos".

Por su parte, Álvaro Bescos ha hecho hincapié ante todo en la rapidez con que se ha convocado este plan de inversiones recordando que el anterior que sacó el PSOE fue hace ya dos años. Y ha destacado que, además, "da más libertad y capacidad a los ayuntamientos para decidir a qué destinan el dinero". También ha recalcado que todos los municipios mejoran su dotación, "especialmente los que tienen mayor población, que en muchos casos coinciden como cabecera de comarca, porque consideramos que no tenían un trato justo hasta la fecha ya que prestan servicios que benefician a todos los ciudadanos de esas comarcas". 

Bescós ha recordado que la anterior corporación socialista repartió en su día ayudas primando a los ayuntamientos que tuvieran mayor carga fiscal, "lo que tenía un componente ideológica muy importante" y por ello ha defendido el nuevo criterio de reparto, "porque para seguir con los mismos planteamientos que había, los ciudadanos en las pasadas elecciones les hubieran dado la mayoría pero el cambio ha llegado y les corresponde a ustedes hacer oposición y a nosotros gobernar", ha dicho. Por último, ha destacado que el municipio que más dinero recibirá del plan es Sabiñánigo. "¿Cree de verdad el grupo del PSOE que recibe demasiado dinero?", ha preguntado.

Claver acusa al PSOE de "cruzar una línea roja"

Ya la final del pleno se ha sumado al debate el propio presidente, Isaac Claver, quien ha afeado a los socialistas "haber cruzado una línea roja" por criticar la gestión de los ayuntamientos de Monzón y Barbastro desde la Diputación. Y les ha apelado "a hacer una oposición constructiva y no destructiva, a mantener el respeto institucional y a decir la verdad".