El centro de salud de Lafortunada, en la comarca de Sobrarbe, estuvo cerrado en la noche del viernes durante más de tres horas porque la única médico que estaba de guardia tuvo que acompañar en ambulancia hasta Barbastro -a 75 km de distancia- a un paciente con una patología cardiaca ya que el resto de vehículos de emergencia que cubrían la zona o estaban ya ocupados o carecían de personal médico.

Para el Sindicato Cooperación Sindical (SCS), es un "efecto dominó" más del nuevo pliego de transporte sanitario urgente de Aragón que entró en vigor hace casi tres meses y que tildan de "chapuza porque se han quitado muchas ambulancias por la noche". Ahora esperan que el nuevo Gobierno de Aragón, con PP y Vox, cumplan sus promesas y modifiquen este polémico pliego para que todas las ambulancias vuelvan a prestar 24 horas de servicio.

Este último caso se produjo el viernes cuando un paciente con una dolencia cardíaca acudió al centro de salud de Lafortunada. Ante la gravedad de su estado de salud, solicitaron una uvi móvil pero tanto la de Monzón como la de Morillo de Liena, las dos más cercanas, estaban ocupadas. 

Por ello, se decidió activar la ambulancia SVB de Aínsa y que se medicalizara con el personal del centro de salud de Lafortunada. Al mismo tiempo, se movilizó a la SVAE de Barbastro, que está dotada de personal de Enfermería pero no lleva médico, para que subiera al encuentro y traspasar al paciente. 

Sin embargo, al cruzarse, la médico que bajaba de Lafortunada valoró que no podía dejar al paciente y por ello continuó hasta Barbastro. Pero la ambulancia de Aínsa también fue hasta allí para devolver luego al personal sanitario hasta Lafortunada. Como consecuencia, este último centro de salud estuvo cerrado entre las 21.30 y la 1.00 y la ambulancia de Aínsa también estuvo fuera de servicio ese tiempo. 

El Sindicato Cooperación Sindical culpa de esta situación en particular a que la ambulancia de Lafortunada está desactivada por la noche y a que la uvi móvil de Barbastro se ha quedado sin médico todas las noches y los fines de semana. "Es un ejemplo más de la precarización del servicio", denuncia Juan Antonio Busqueta.