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Una noche de lucha contra el fuego en Grañén: "Había que actuar, ya que es como ver arder tu propia casa"

Alrededor de una docena de socios colaboraron con sus propios medios en la extinción del incendio declarado la noche de este martes en la sociedad agraria. También sumaron la colaboración de trabajadores, agricultores y vecinos.

Loscertales, Oria y Monesma, tras el incendio de anoche en Grañén.
Responsables, socios y trabajadores seguían esta mañana en las instalaciones. 
P. P. A.

Ha sido una noche muy larga en las instalaciones del secadero de cereales Santiago de Grañén. Los teléfonos comenzaron a sonar un poco antes de la medianoche de este pasado martes. "¡Corre, ven! ¡Qué se quema el secadero! ¡Sube con la cuba!", le espetaron a uno de sus socios, Jesús Fanlo, vecino del municipio, que no dudó en salir en busca del tractor y dirigirse hacia el complejo agrario.

Y no fue el único. Javier López, Mariano Ortas, José Miguel Sanz, Lorenzo Sanagustín, Carlos Calmuntia o David Peña también se levantaron del sofá o de la cama y corrieron a sofocar el fuego. "Al final, es cómo si se te quema tu propia casa; se trata de una sociedad agraria, es decir, una parte es de cada uno de nosotros", señala Fanlo, que se mantuvo más de cinco horas sobre el tractor, con el fin de atajar las llamas y salvar las instalaciones. Se fue a casa pasadas las cinco de la madrugada y a las pocas horas, ya estaba de vuelta.

David Peña, vecino de Grañén, fue uno de los primeros en llegar. Ya estaba a punto de meterse en la cama cuando le sonó el teléfono. "Me vestí y salí rápido", explica. "Al llegar, la imagen impresionaba, pero había que actuar y colaborar", relata. A la espera de la llegada de los servicios de emergencias, y junto a otros socios y trabajadores, comenzaron actuando en la zona de la pista, donde se inició el fuego, provocando grandes llamaradas. Su misión era soltar agua a través de la cuba, con el objetivo de evitar la propagación del fuego y salvar las infraestructuras.

"La prioridad era bajar la intensidad en la zona de la pista, con el fin de proteger el molino y la deshidratadora. Y se consiguió", explica otro de los socios, Javier López, que se desplazó desde Albero Bajo. Otros lo hicieron desde Piracés, Montesusín o Sodeto. Y es que la SAT de Grañén suma alrededor de un centenar de socios y socias de una veintena de poblaciones del entorno.

Y no solo actuaron los socios con sus cubas y sus medios. También fue fundamental la entrega de los trabajadores y responsables de la empresa así como la colaboración de otros agricultores y personas de la zona, según explica el presidente de la SAT, José Luis Oria. Hormigones Grañén cedió su balsa de agua, que está justo al lado de las instalaciones del secadero, y el guardia del agua, Javier Balsalobre, garantizó el suministro en la acequia más cercana. Por la mañana, el Ayuntamiento de Grañén ha cedido su plataforma para seguir refrescando las infraestructuras afectadas.

"Se trata de una empresa con un gran valor social, y no solo para Grañén, también para los pueblos del entorno. Vamos a estar en todo lo que nos necesiten", ha señalado el alcalde del municipio, Carlos Sampériz, lamentando la virulencia del incendio.

La luz de un nuevo día ha mitigado el desasosiego de la madrugada, donde el resplandor de las llamas y la fuerza del viento hacían pensar en un desenlace todavía más complicado. "A nivel emocional, nos va a costar recuperarnos, ya que hemos perdido una parte importante de todo lo conseguido a base de trabajo y esfuerzo", ha señalado Oria. El incendio del secadero, que ha celebrado este año su 50 aniversario, ha tenido lugar en plena ampliación y mejora de sus instalaciones, tras una inversión que ronda los 2,6 millones de euros. "Por fin, y después de mucho esfuerzo, íbamos en la buena dirección", ha lamentado.

Más de 2.500 toneladas de producto calcinadas

El gerente del secadero, Mariano Ordás, también ha reconocido haber vivido una noche "muy dura", que, tal y como ha subrayado, tuvo momentos "de gran tensión". "Las condiciones meteorológicas eran muy adversas, por las altas temperaturas, el intenso viento y la baja humedad, y realmente, no hemos tenido la seguridad de que se iba a poder controlar hasta pasadas las cinco de la mañana", ha explicado, subrayando la importante labor de los servicios de emergencias así como de trabajadores, socios y agricultores de la zona.

Dentro de los momentos más complicados, Ordás, que ha pasado toda la noche en vela, señala la evacuación de un trabajador de la sociedad Releco, que estaba en la sala de cogeneración y que se quedó atrapado por el avance del fuego. El hombre pudo ser rescatado por los bomberos sin sufrir daños.

Y, en relación a la evolución del incendio, la principal preocupación estuvo en la cercanía de las llamas a las instalaciones productivas, ya que el fuego estaba en mitad de la pista, anexo a la fábrica, y por lo tanto, a otros almacenes de fertilizantes y producto. "La dimensión del incendio era considerable", ha dicho. De momento, y con una nave todavía ardiendo, se calcula que el fuego ha calcinado unas 2.000 toneladas de producto transformado y alrededor de entre 600 y 800 de materia prima, básicamente paja de cereal o alfalfa que debían procesar.

"De momento, hay que seguir controlando lo que está ardiendo, que está en plena combustión y no se puede extinguir, y después, habrá que limpiar el residuo con el ánimo de volver a estar operativos en el plazo de entre cuatro o cinco días", ha señalado Ordás.

Acompañado del diputado provincial Joaquín Monesma, también ha acudido al lugar el presidente de la Comarca de Los Monegros, Pedro Manuel Loscertales, que se ha puesto a disposición de los responsables de la sociedad agraria. "La situación es dura y complicada y por lo tanto, hay que estar acompañando y tendiendo la mano. Por fortuna, no ha habido daños personales, pero ha sido un incendio importante y aparatoso", ha dicho el presidente de la institución supramunicipal.    

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