La izquierda cruza reproches en Huesca tras hacerse viral en España por la división

Sus 4.390 votos podrían haberles dado hasta 5 ediles, pero al final se han quedado fuera los cuatro partidos. Algunos de ellos llaman a "reflexionar" de cara a las siguientes reflexiones tras el "varapalo".

Sonia Alastruey (CHA), Pilar Callén (Cambiar Huesca), Guillermo Boix (Podemos) y Silvia Mellado (Equo).
Sonia Alastruey (CHA), Pilar Callén (Cambiar Huesca), Guillermo Boix (Podemos) y Silvia Mellado (Equo).
CHA/Cambiar/Heraldo/Equo

Las consecuencias de que los cuatro partidos a la izquierda del PSOE concurrieran separados en Huesca, perdiendo la opción de sumar hasta cinco ediles con sus 4.390 votos (18%) y quedándose todos ellos fuera por no haber logrado el 5% mínimo, se ha hecho viral en España como ejemplo de los efectos de la división. Y 48 horas después, este martes se cruzaron reproches y no todos admitieron que quizá fue un "error" a la vista de los resultados, que han dejado un ayuntamiento con solo PP (12 concejales), PSOE (10) y Vox (3).

Cambiar Huesca -marca vinculada a IU– fue la primera en proponer una confluencia en junio de 2022. "Hemos buscado la unidad sin cejar en el empeño hasta el último momento, pero no se puede obligar a quien no quiere confluir", han valorado a través de las redes en respuesta a las críticas de votantes de izquierdas, añadiendo que no quieren "culpar a nadie ni eludir responsabilidades".

La falta de acuerdo llevó a varias personas relacionadas con movimientos sociales a forzar a principios de año dos reuniones a las que invitaron a todas las fuerzas de izquierdas, pero solo respondieron Cambiar y Podemos. Ambas intentaron "limar asperezas", pero al final descartaron la coalición. A la formación morada no le convencía el sistema asambleario de la otra organización.

CHA declinó también la propuesta porque ya tenía lanzada desde octubre a su cabeza de lista, Sonia Alastruey. "No puedes venir a dos meses de las elecciones a decir que nos unamos, era ya muy tarde. Además, hay algo que nos diferencia de todos los demás, el aragonesismo, y no queríamos perder esa identidad", justifica.

También reprocha a Equo que se presentara ya que, según la dirigente de Chunta, se firmó un pacto a nivel nacional que les comprometía a no concurrir en aquellos municipios donde estuvieran los aragonesistas. "Sus mil y pico votos se habrían repartido en los otros tres partidos y seguramente podríamos haber entrado los tres", calcula Alastruey.

Sin embargo, Silvia Mellado, de Equo, niega ese pacto y recalca que el único acuerdo que tienen ambas formaciones es colaborar dentro del grupo parlamentario nacional de Mas País. Ella nunca recibió oferta alguna de coalición pero, en cambio, su partido sí se dirigió a CHA antes de final de año para estudiar una unión que al final tampoco salió. "Sabemos que más del 80% de nuestros votantes jamás nos hubieran apoyado de ir con Podemos o con IU porque ya lo hicimos en el pasado y no funcionó», argumenta, a la vez que califica de "incomprensible! que esas dos formaciones no concurrieran juntas "porque sí son espacios ideológicos iguales". Y tacha de "poco seria" la estimación de que sus votos se los hubieran repartido entre el resto.

Para Guillermo Boix, de Podemos, "es un varapalo tremendo porque un gran porcentaje de la ciudad se ha quedado sin representación". Por ello, llama a los partidos «a reflexionar, reconocer errores y cambiar de estrategia para generar un espacio de unión».

Sonia Alastruey también hace autocrítica y cree que de cara a las siguiente elecciones "la izquierda deberemos hacer un pensamiento y ponernos a hablar mucho antes para llegar a acuerdos, aunque para eso tendremos que ceder un poco todos y no imponer normas".

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