El estado de ríos y embalses mantiene en vilo a los negocios de turismo activo

La sequía en las masas de agua, además de notarse en el campo y empezar a preocupar en los abastecimientos urbanos, también mantiene en vilo a los negocios de turismo activo, que han pedido a la Confederación Hidrográfica del Ebro unos caudales mínimos para poder trabajar en los meses de temporada alta. "La situación es dramática", afirma la presidenta de la Asociación Aragonesa de Empresas de Turismo Deportivo, Inés Dewulf.

El sector tiene un peso importante, con 50 empresas, 1.500 empleos directos, 180.000 actividades el año pasado y una facturación de 15 millones de euros. En el embalse de Canelles, los guías hace tiempo que han renunciado a las actividades náuticas y en otros, como Mediano, también se sabe que no se va a poder trabajar. "En algunos ya se da por perdida la temporada", comenta Dewulf. En cuanto a las aguas bravas, la navegación de kayaks y balsas de rafting dependerá de acuerdos con las empresas hidroeléctricas y la Confederación Hidrográfica, porque las reservas en algunos ríos "están a los niveles habituales a mediados de julio". También el barranquismo se verá afectado, añade.

Dewulf, que participó esta semana en la jornada sobre el borrador del Plan Especial de Sequías de la Demarcación Hidrográfica, ha solicitado a la CHE "unos caudales mínimos" para poder trabajar este verano en los ríos. Como representante además de las empresas de turismo activo de toda la cuenca del Ebro, expresa su profundo agradecimiento a la Confederación por tener en cuenta los usos turísticos en la gestión de los caudales en unos momentos de especial crisis. No duda que causarán "restricciones y reajustes" que pueden impedir el desarrollo de las actividades de aventura, sobre todo en torno a los ríos de aguas bravas, en las cuencas del Alto Ebro, Gállego, Ésera, Noguera-Pallaresa y Noguera-Ribagorzana y Ebro; y en las aguas tranquilas, en los embalses de Mediano, El Grado o Linsoles.

Dewulf es consciente de que no se puede comparar con las afecciones al sector primario, "pero también damos empleo a mucha gente, somos generadores de riqueza y dinamizamos las zonas rurales". Según comenta, la propia presidenta de la CHE, Dolores Pascual, dijo que el sector lúdico es otro de los que sufrirá por la sequía, haciendo hincapié en a empleo en los pueblos.

También se ha hablado con las hidroeléctricas, y la CHE mediará para posibilitar las sueltas de agua de las centrales. Su labor, reitera, ha sido clave "al tender puentes entre los sindicatos de riego, hidroeléctricas, usos industriales.." y buscar un consenso que garantice la actividad turística en lo posible, "aunque con altas restricciones debidas a la gravedad de la sequía".