Huesca se va de romería, este año sí: "Disfrutamos mucho del día de San Jorge"

Después de tres años sin fiesta del 23 de abril por la pandemia y la lluvia, los oscenses acudieron en masa a la ermita, donde a primera hora ya se vieron largas colas para el reparto de torta.

Imágenes de la mañana festiva en el cerro de San Jorge de Huesca.
Imágenes de la mañana festiva en el cerro de San Jorge de Huesca.
Verónica Lacasa

Los oscenses tenían muchas ganas de celebrar el 23 de abril. En 2020 y 2021, la fiesta de San Jorge se suspendió por la pandemia, y en el 2022 la lluvia dejó vacío el cerro de la ermita y se cancelaron casi todos los actos. Este año, por fin, con los astros a favor, Huesca ha podido festejar de forma brillante su romería, salpicada de actividades para todos los públicos. 

Las temperaturas, casi veraniegas, han favorecido la masiva asistencia desde primera hora. Ha habido largas colas para el reparto de tortas, que ofrecían las mairalesas a los asistentes, y la zona verde presentaba una imagen salpicada de mesas de campin para la comida popular, que algunos alargan hasta la merienda. 

El programa ha comenzado con una misa en la ermita de San Jorge a las 10.00, pero dos horas antes ya pillaban mesa Nieves Agustín y su grupo de amigos, que degustaban una Trenza de Almudévar maridada con vino. "Quitando los años de la pandemia y el pasado, porque llovió, hemos venido siempre. Esta mesa ya la tenemos reservada para nosotros todos los años", bromeaba. "Pasamos aquí toda la mañana, pero no nos quedamos a comer porque ya somos mayores y preferimos ir de restaurante. Además, nos acercamos a los Porches de la Galicia a ver los tenderetes de los libreros", añadía. 

Cuando esta mesa se queda libre la ocupan un grupo de cinco familias con niños y adolescentes. "Nos la guardan todos los años. Cuando ellos se van la cogemos nosotros", explicaba Maite Ayuda, que llegaba a las 10.30 al cerro con el equipamiento necesario para pasar aquí el día. "Venimos todos los años. Nos gusta participar y disfrutamos mucho del día de San Jorge". Solo se perdieron los años de la pandemia porque en 2022, pese a la lluvia, celebraron la romería, en lugar de en el cerro, refugiados bajo unos porches cercanos. "No faltamos ni a esta romería ni a la del Viñedo del 1 de Mayo".

Este grupo de amigos come de alforja, cada uno trae lo que puede de su casa, un menú comunitario con libritos de lomo, ensalada de pasta, bizcocho de chocolate o dobladillos. "Estaremos hasta las ocho. A esa hora se va mucha gente pero nosotros resistimos", comentaba Maite Ayuda.

Los adolescentes del grupo tendrán a su disposición la Zona Joven, que desde 2008 intenta que ofrecer diversión alternativa sin alcohol. La romería en el cerro ha sido tradicionalmente el punto de inicio en el consumo de alcohol de los jóvenes oscenses, reconoce Mercedes Guiseris, jefa adjunta del área de Derechos Sociales e Igualdad del Ayuntamiento, que desde primera hora trabaja coordinadamente con Protección Civil y el dispositivo sanitario. 

Se ha preparado un programa para menores partir de 13 años con reparto de bocadillos, agua y cócteles sin alcohol y una yincana, y hay rondas de observación para detectar posibles intoxicaciones etílicas. En  los últimos años ha descendido tanto el consumo como la presencia de adolescentes, asegura la técnico municipal. En 2008 se registraron 10 comas etílicos y en la última edición, ninguno. "Al principio venía mucha gente, también jóvenes mayores de edad y con otros objetivos. Ahora el porcentaje ha disminuido muchísimo, lo mismo que las incidencias de consumo", explica Guiseris. De hecho, a las 11.00 la Zona Joven seguía vacía, cuando en el pasado era habitual que a las 8.00 empezaran a llegar chicos, empalmando tras la verbena de las fiestas de Tierz.

El alcalde, antes de entrar a la misa junto al resto de la corporación, ha destacado el esfuerzo inversor del Ayuntamiento en la mejora de la ermita y el bosque que la rodea, para configurar "un corredor para la práctica del deporte y la vida saludable" que incluye un circuito de bicicleta. En este mandato se han invertido más de 600.000 euros, sin contar la iluminación del cerro y las obras en la propia ermita acometidas en el periodo anterior. "Es un entorno simbólico y emblemático para la ciudad y un día muy importante para todos los aragoneses", ha declarado Luis Felipe.  

Se ha felicitado además del buen tiempo, "importante para que la gente esté en la calle, en las plazas y en el cerro viviendo la fiesta de San Jorge", aunque ha recordado la importancia de la lluvia en este periodo de sequía. 

"Este año por fin ha salido un día bueno", ha coincidido el concejal de Fiestas, Ramón Lasaosa, "después de que en 2022 llovió, con la ilusión que tenía la gente". La noche del sábado al domingo se celebró el concierto en la plaza de López Allué y hoy tras la misa hay títeres para los niños. Ya por la tarde llegará el festival folclórico. 

La fiesta ha tenido un hueco para las actividades solidarias de la asociación Entarachén Bosco Global, que repartía a primera hora los dulces del concurso celebrado con fines benéficos, en apoyo de la campaña de emergencia a favor de Siria. El público podía probar rosquillas, una coca de piñones y almendras, un pan de plátano, un bizcocho de naranja o una tarta de zanahoria a cambio de un donativo. "El sentido que tiene es ayudar la presencia Salesiana en Siria, ya muy deterioradas por la guerra y ahora por el terremoto", explicaba Maite Aznárez.

 

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