Benasque regulará el aparcamiento en el Parque Natural desde este verano
Abrirá dos párquines controlados en el valle de Estós y los Llanos del Hospital, de pago y con reserva de plaza.
El Ayuntamiento de Benasque pondrá en marcha este verano los dos aparcamientos que regularán la entrada de vehículos al Parque Natural Posets-Maladeta para evitar aglomeraciones. Uno estará en la Pleta de la Sarra (más conocido como el Vado, cerca de Llanos del Hospital) y otro en el valle de Estós. En ambos se instalarán barreras de entrada y salida con un lector de matrículas y los conductores solo podrán acceder previa reserva de plaza. Quienes no tengan sitio en el parquin deberán utilizar el transporte público que sale desde Benasque.
El alcalde, Ignacio Abadías, confirmó que el plan de regulación arrancará este año. Está por decidir el precio a pagar por aparcar, ya que el Ayuntamiento debe redactar una ordenanza municipal. "Se trata de ordenar el tráfico en el acceso al Parque Natural. Sube mucha más gente de la que cabe en el parquin. Hay un montón de coches mal aparcados en la carretera de los Llanos, que se acaba colapsando, y a veces se tienen que dar la vuelta. Queremos que la gente pueda reservar una plaza o subir allí en los autobuses, que para eso se ponen", explicó. Cada parquin dispondrá de alrededor de 250 plazas.
El Gobierno de Aragón, del que depende el Parque Posets-Maladeta, es el encargado de financiar el control de accesos con fondos europeos. Según el departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, ya se cuenta con el material y se instalará en las próximas semanas, para que esté listo este verano, época de máxima afluencia. Incluye barreras, lector de matrículas y control de apertura en remoto. Habrá un programa informático para la reserva de plazas y un sistema de energía solar en el Vado, al no haber una conexión cercana.
La administración autonómica quiere cumplir así con el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Posets-Maladeta, que prevé regulaciones "para proteger los recursos naturales", a través de la limitación de visitantes, de acuerdo a la capacidad de carga de cada área, y ofreciendo información al público de la situación de los accesos. El proyecto ha supuesto una inversión de 48.000 euros por parte de la DGA. Una vez colocado el equipamiento, la explotación dependerá del Ayuntamiento de Benasque.
El sistema de control intenta potenciar el transporte público para sacar coches del parque. Desde hace años, un servicio de autobús funciona en verano entre Benasque, el parquin del Vado y la Besurta, de forma que en esos meses el último tramo de la carretera se cierra a los vehículos particulares.
Cada vez más ayuntamientos regulan el aparcamiento en zonas de alta afluencia turística para evitar la masificación de vehículos. Riglos habilitó en 2022 cuatro zonas de estacionamiento y desde el pasado 5 de abril hay que pagar 3 euros por dejar el coche para visitar los Mallos.
