El grupo Aramón ha dado el pistoletazo de salida para obtener la autorización ambiental de la unión de estaciones Astún-Formigal. Este jueves, a través de la sociedad Formigal S. A., ha empezado los trámites para el inicio de la evaluación de impacto y la aprobación del Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA) de la telecabina de 4 kilómetros que enlazará los dominios esquiables de los valles de Tena y Aragón.

Esta solicitud se ha presentado ante la Dirección General de Ordenación del Territorio, que depende del consejero José Luis Soro, quien ha mostrado públicamente su oposición al proyecto. Al mismo tiempo, esta misma documentación se ha remitido al Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), el órgano competente para aprobar la Declaración de Impacto Ambiental.

El trámite se produce tras la aprobación, el pasado lunes 20 de marzo, en Consejo de Gobierno de Aragón, de la declaración de interés autonómico e interés general. Y el mismo día que se ha sabido que la Diputación de Huesca, en sendas cartas enviadas al vicepresidente, Arturo Aliaga, y a la consejera de Economía, Marta Gastón, solicitó una prórroga en los plazos marcados por Europa ante el temor de perder los 26 millones de euros de subvención de Bruselas, a causa de la larga tramitación administrativa y de la posible judicialización del asunto. Antes del 31 de diciembre del 2024 debe haber ejecutado el 50% de la obra. 

La Diputación es la entidad que solicitó la financiación a Europa y la encargada de licitar la obra, mientras que Formigal S. A se responsabiliza de la tramitación del PIGA y la declaración ambiental, según el convenio firmado por ambas partes, el Gobierno de Aragón y la empresa propietaria de Astún, Eivasa, el pasado 14 de febrero.  

La solicitud presentada comprende tanto el Estudio de Impacto Ambiental como el proyecto básico del remonte y se acompaña de  informes específicos: de aludes, arqueológico, paleontológico, de riesgos geológicos y de riesgos hidrológicos. La documentación analiza, además, el impacto económico, social y territorial del proyecto. La nueva telecabina, según estos estudios, permitirá incrementar el impacto económico del sector de la nieve en Aragón con una previsión de entre 50 y 70 millones de euros anuales en los primeros tres años de explotación, e incrementar un 9% el número de esquiadores en la región. Igualmente, generaría unos 500 empleos anuales.

Todos estos documentos, según ha explicado hoy Aramón, presentan  estudios muy detallados y una propuesta técnica "consecuente y respetuosa con la realidad del terreno". 

La telecabina que se plantea recorrería la distancia de 4,3 km entre ambas estaciones en un viaje que tendrá una duración de 14 minutos. La obra contempla, además, la construcción de tres estaciones que se adaptarían a las características del paisaje, especialmente la estación intermedia que se plantea de forma semisoterrada y, al igual que la estación que saldrá del dominio de Formigal, con cubiertas vegetales.

"Con la instalación de este sistema de transporte por cable no solo se unirán los dominios esquiables y se mejorará el posicionamiento del esquí aragonés, convirtiéndolo en un referente a nivel europeo, sino que, además, se dinamizará el turismo a lo largo del año dotando de mayor actividad a la oferta del entorno", señala Aramón.