La Diputación de Huesca pide una prórroga para la unión de estaciones ante el riesgo de incumplir los plazos
La institución promotora de la telecabina Astún-Formigal defiende el proyecto como "necesario y fundamental" pero ve difícil llegar al calendario marcado por Europa para obtener la financiación.
El proyecto de la unión de estaciones Astún-Formigal es "necesario y fundamental para el Pirineo aragonés", pero cabe el riesgo de no llegar a los plazos marcados por Europa y de perder los 26 millones de euros de subvención de Bruselas, a causa de la larga tramitación administrativa y de la posible judicialización del asunto. Así lo afirma la Diputación de Huesca, promotora del mismo, que considera "más que previsible" el incumplimiento del calendario. Ha solicitado al Gobierno de Aragón una prórroga para evitar tener que devolver ese dinero con intereses, si antes del 31 de diciembre del 2024 no se ejecuta el 50% de la obra. "Es más que previsible la imposibilidad de cumplir los plazos", afirma.
Un informe firmado por tres técnicos de la Diputación (el interventor, la secretaria general y la jefa de servicio de Secretaría) advierte de ese riesgo, que el presidente de la corporación provincial de Huesca, Miguel Gracia, trasladó al Gobierno de Aragón a través de dos cartas enviadas al vicepresidente, Arturo Aliaga, y a la consejera de Economía, Marta Gastón.
El citado informe técnico recomienda que la DGA solicite una prórroga ante el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que es el que concedió los fondos europeos, dentro del Programa de Planes de Sostenibilidad Turística en Destino. La necesidad de tramitar un Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA), que avale el transporte por cable para lograr la unión de estaciones, puede demorar los plazos. Los funcionarios, considerando otros casos, creen que se prolongará en el tiempo y generar un incumplimiento de los plazos. Un ejemplo sería el polígono de Villanueva de Gállego, declarado inversión de interés autonómico el 3 de diciembre del 2019 y cuyo PIGA se aprobó en julio de 2021, dos años y medio después.
La Secretaría de Estado de Turismo dejó claro el calendario para la asignación de los fondos Next Generation: el 31 de diciembre de 2024 deberá haberse alcanzado un porcentaje de ejecución del 50% y el programa estará vigente solo hasta el 31 de marzo de 2026.
En opinión de los funcionarios, es "imprescindible" acelerar la aprobación del PIGA y además debería plantearse solicitar una prórroga por parte del Gobierno de Aragón al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, "ante la más que previsible imposibilidad de cumplir los plazos de justificación establecidos".
Recomiendan además a la Diputación que "en ningún caso" acepte el pago anticipado de los 26.400.000 euros para ejecutar la unión de estaciones Astún-Formigal hasta que no cuente con la aprobación definitiva del PIGA, pues si este se retrasa y con ello la obra y se incumple el calendario, la institución tendría que devolver el dinero con los correspondientes intereses de demora.
Atendiendo a este informe, del pasado 14 de marzo, el socialista Miguel Gracia remitió sendas cartas a Arturo Aliaga y a Marta Gastón dos días después. En ellas dice haber tenido conocimiento "con gran sorpresa" de la carta enviada por la directora general de Turismo, Gloria Pérez, a la Mancomunidad del Valle del Aragón, promotora del otro gran proyecto de unión de estaciones, Candanchú-Astún. En ella se advierte del riesgo de perder los fondos europeos si no acometía la actuación, y de la imposibilidad de prorrogar los plazos.
Gracia recuerda a los consejeros de Industria y Economía que el primer paso a dar es el PIGA, cuyo impulso corresponde a Aramón (participado por la DGA al 50%) y que debe aprobar el Gobierno de Aragón. Alude al informe realizado por sus técnicos sobre el riesgo de no cumplir el calendario por la larga tramitación del Plan de Interés General. Pero además, la Diputación debe iniciar un procedimiento para contratar a una empresa que prepare el pliego del concurso de obras y a otra para hacer el seguimiento de las mismas. Todo ello, antes de empezar a poner las primeras pilonas.
El presidente de la Diputación advierte asimismo de los "posibles conflictos jurídicos" en relación a la prescripción del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales Anayet-Partacua, que protege la Canal Roya, por donde va la infraestructura, y de otras cuestiones que podrían acabar en los tribunales. Las asociaciones ecologistas ya han advertido de que llevarán el caso ante Europa y ante los tribunales de justicia.
Por todo ello, Gracia considera que los trámites del PIGA requieren "de la mayor celeridad" y pide al Gobierno de Aragón que considera la solicitud de una prórroga. Atendiendo al criterio de sus técnicos y a la advertencia de la directora general de Turismo sobre la devolución del dinero si no se cumple el calendario de la obra, dice que no se le haga el pago anticipado hasta la aprobación definitiva del PIGA.
La carta concluye sugiriendo que si el Gobierno valora que no se llega al calendario, destine los 26 millones a otros proyectos en Aragón para no perder la financiación europea, y que "en ningún caso" paralice la tramitación del PIGA porque la unión de estaciones es fundamental "para el Pirineo aragonés, la provincia de Huesca y la Comunidad Autónoma de Aragón".
El pasado día 20, el Consejo de Gobierno aprobó la declaración de interés autonómico y general del proyecto, lo que permitirá recortar a la mitad los plazos administrativos de la conexión de Astún y Formigal. La consejera de Economía y presidenta de Aramón, Marta Gastón, prevé que esta misma semana se lace la tramitación del Plan de Interés General de Aragón (PIGA).
