Ecologistas y alcaldes celebran un primer encuentro por el conflicto de la unión de estaciones

Las ocho horas de debate en el albergue de Riglos, bajo la mediación de Ecodes, no sirvieron para acercar posturas.

La reunión se celebró en el albergue de Riglos.
La reunión se celebró en el albergue de Riglos.
Ecodes

El primer encuentro entre partidarios y opositores de la unión de estaciones Candanchú-Astún-Formigal, celebrado el lunes en Riglos, acabó sin acuerdo. Las ocho horas de encierro de 20 actores sociales y políticos no fueron suficientes para acercar posturas y cada uno se mantuvo en sus tesis, aunque todos valoraron la posibilidad de entablar un diálogo. Fue una reunión privada, sin focos mediáticos, de la que solo se informó a posteriori.

El encuentro tuvo como escenario el albergue de montaña de Riglos y estuvo organizada por la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes). La Diputación de Huesca tenía interés en que los ecologistas conocieran de primera mano los detalles de la telecabina que unirá Astún y Formigal a través de Canal Roya y para ello fueron invitados el director de Proyectos de Aramón, Enrique Martín, y el de la estación de Formigal, José Antonio Carnicer.

Por parte de los alcaldes, estuvieron los de Canfranc, Fernando Sánchez (PSOE), y Sallent de Gállego, Jesús Gericó (PP). La parte política se completó con la teniente de alcalde de Jaca, Olvido Moratinos (PSOE), y el presidente de la Diputación, Miguel Gracia (PSOE), institución que solicitó al Gobierno los fondos (24 millones de euros) para financiar la conexión.   

El número de asistentes fue limitado en aras de "una conversación de mayor calidad", según Ecodes, e incluyó a otros representantes del Pirineo, como el presidente de la Asociación de Ganaderos del Valle de Hecho, Asier Borruel: y el de la Asociación de Empresarios Valle de Tena, Jesús Pellejero. Acudió igualmente el del patronato del parque de Ordesa, Modesto Pascau; y la directora del Cluster de Turismo Sostenible de Aragón, Nita Macía.   

También estuvieron el máximo representante del Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, José Manuel Nicolau; y varios miembros de asociaciones ecologistas: la directora ejecutiva de Greenpeace España, Eva Saldaña; el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo; la Plataforma en Defensa de las Montañas, Francisco Iturbe y Juan Antonio Gil; y el delegado de SEO/BirdLife en Aragón, Luis Tirado. 

El objetivo, según Ecodes, era propiciar "una zona de escucha empática de calidad" suscitada por el proyecto. Se pretendió aplicar aquí la Iniciativa Social de Mediación y su máxima de que no hay inversión más productiva que el diálogo. Pero ni las horas dedicadas a ello ni la preparación de una "atmósfera favorable" para que los participantes pudieran explicar "sus razones y emociones en el conflicto" sirvieron para convencer a unos de las razones de los otros.

Según Ecodes, los participantes asumieron tres reglas: debatir los argumentos con datos y hechos y no con mayor volumen de voz o con juicios de intención o insultos; respetar la dignidad y honestidad de las personas; y acatar la regla Chatham House, es decir, que se puede comentar todo lo hablado pero no contar quién lo dijo.

Si sirvió, valoró el organizador, para valorar mejor los matices de las distintas posiciones. Para propiciar el debate, asistieron como parte del equipo de Ecodes, la directora de Relaciones Institucionales, Chus Sanz; el coordinador de la Iniciativa Social de Mediación y exdirector de Partipación Social del Gobierno de Aragón, Nacho Celaya; y el director ejecutivo, Víctor Viñuales. "Las posiciones dispares se mantuvieron pero se pudo percibir acuerdo en temas comunes, como la necesidad del desarrollo y la conservación", señaló Viñuales, en favor de las gentes del Pirineo.

El alcalde de Canfranc valoró positivamente la información obtenida  pero reconoció que cada uno "se mantuvo en sus posiciones". Su mensaje quiso dejar claro que el Pirineo es una víctima y no el causante del cambio climático. y "que tendremos que adaptarnos a él". "El 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero se producen en el 2% de la superficie del planeta, las grandes urbes", precisó. 

Sí hubo acuerdo en el objetivo común: "hacer proyectos sostenibles para que la gente pueda vivir en la montaña", en palabras de Fernando Sánchez, aunque hay distintas formas de ver cómo llegar a ese fin. "En la montaña tenemos que vivir de nuestros recursos y de nuestro entorno. Los habitantes somos los que hemos mantenido el paisaje y queremos seguir conservándolo", explicó. Proyectos como la unión de estaciones hay que "valorarlos, pasar una tramitación y ver si supera el impacto ambiental".   

Los ecologistas agradecieron a Ecodes la posibilidad del encuentro para dar a conocer su posición a la otra parte y ver el proyecto "por primera vez". Según Juan Antonio Gil, insistieron en que esos fondos europeos no deben usarse para la telecabina por Canal Roya entre Astún y Formigal, "pero no hemos hecho una enmienda a la totalidad". 

Gil recordó que hay cuatro obras subvencionadas y que no se han opuesto a la unión de Astún-Candanchú ni al remonte Benasque-Cerler, "porque son infraestructuras en zonas donde ya hay cierta alteración". "El dinero se puede usar para mejorar el sector de la nieve, no nos oponemos a invertir en él, pero dentro de instalaciones que ya tenemos, porque Canal Roya debe ser un parque natural", declaró el representante de la Plataforma en Defensa de las Montañas. Esto, para los ecologistas, "sí es una línea roja".  

La Plataforma y el G5 (Greenpeace, WWF, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y SeoBirdLife) están estos días de visita en el Parlamento Europeo para reunirse con eurodiputados, grupos europeos y las comisarías correspondientes en un intento de frenar el proyecto.

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