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Hallan un cadáver en la Peña Oroel donde se buscaba al fugitivo francés acusado de un doble asesinato

Un cazador encontró el cuerpo de forma fortuita durante una batida. Tenía todavía una pistola en la mano apuntando a la cabeza, lo que confirmaría la principal hipótesis de que se había suicidado.

Los restos fuerone vacuados por el GREIM deJaca.
Los restos fuerone vacuados por el GREIM deJaca.
Guardia Civil

Un cazador encontró este domingo de manera fortuita un cadáver en avanzado estado de descomposición en las faldas de la Peña Oroel de Jaca que, según los primeros indicios, podría corresponder con el de Cédric Tauleygne, un fugitivo francés que cometió un doble asesinato en la ciudad gala de Tarbes y que llevaba más de ocho meses desaparecido en esta misma zona ubicada a pocos kilómetros de la capital jaquesa.

No obstante, fuentes de la Guardia Civil rechazaron confirmar si efectivamente se trata del exmilitar galo que se encontraba huido hasta no que no tengan una identificación 100% fiable, algo que determinará la autopsia.

Fueron localizados por unos cazadores que se encontraban en una batida por la zona.

El hallazgo casual se produjo durante una batida de una cuadrilla de cazadores de Jaca en la zona conocida como Los Picones, de la Peña Oroel. Al final de la mañana, alrededor de las 12.00, un cazador que estaba en una espera vio algo de color blanco entre la maleza y al acercarse descubrió que era un casco de moto en cuyo interior había un teléfono móvil y un cargador.

Cédric Tauleygne, el fugitivo, en dos imágenes proporcionadas por la Gendarmería francesa.
Cédric Tauleygne, el fugitivo, en dos imágenes proporcionadas por la Gendarmería francesa.
Gendarmería francesa

Al inspeccionar los alrededores encontró enseguida el cuerpo de una persona por lo que dio aviso a la Guardia Civil. Al lugar se desplazaron investigadores de la Policía Judicial y especialistas de Montaña y de Seguridad Ciudadana de Jaca. Estos, al inspeccionar el cadáver, observaron que todavía tenía en una mano una pistola apuntando a la cabeza.

Pese a encontrarse en una zona de montaña, el fallecido no iba vestido con ropa específica sino que llevaba un simple pantalón vaquero y unas zapatillas deportivas. Además, cerca del cuerpo había una mochila y al abrirla, los agentes encontraron diversa munición y latas de comida. Finalmente, fue trasladado en el helicóptero de la Guardia Civil al Hospital Provincial de Huesca para practicarle la autopsia.

Los restos óseos localizados por la Guardia Civil en Peña Oroel.
Los restos óseos localizados por la Guardia Civil en Peña Oroel.
Guardia Civil

Buscaban un casco de moto blanco

A falta de confirmación oficial, todo apunta a que se trata del fugitivo ya que la Guardia Civil estaba buscando un casco de moto de ese mismo color blanco. Además, el hallazgo de la pistola en esa posición coincide con la principal hipótesis que manejaban las fuerzas policiales francesas y españolas, que desde el principio apuntaron a un suicidio como causa más probable de la desaparición del criminal.

Los vecinos de los pueblos situados en las faldas de Oroel, donde durante semanas sembró alarma su más que posible presencia, ya advirtieron de que era muy difícil que hubiera sobrevivido tanto tiempo solo en el monte y confiaban en que alguien lo encontrara precisamente durante la temporada de caza.

Los hechos se remontan al 4 de julio del año pasado. Cédric Tauleygne, antiguo reservista de la Gendarmería y la Armada francesas de 34 años, aficionado a las armas, mató a tiros a su mujer, una profesora de 32 años, y al hombre con el que estaba, de 55. Los encontró juntos en casa de él.

Tauleygne y su mujer, Aurélie Pardon, padres de dos niños de 3 y 5, se estaban separando. Según publicó el periódico La Depeche, él había colocado una baliza en el coche de ella para saber dónde iba, lo que le habría permitido dar con su paradero el día del crimen. La Gendarmería inmediatamente pensó que se trataba de un caso de violencia de género. En los registros del domicilio familiar se incautaron varias armas de fuego (practicaba tiro deportivo y era socio de un club), pero no dieron con su paradero.

Se planteó la posibilidad de que hubiera huido a un tercer país, pero ni fue identificado en los aeropuertos, ni llevaba mucho dinero (sacó 100 euros poco antes del asesinato) ni hubo movimientos en sus cuentas posteriormente. Tampoco contactos telefónicos con los allegados.

Sufrió un accidente en la A-1215, entre Bernués y Jaca

La alarma saltó en la zona de Jaca el 5 de julio, cuando el Ministerio del Interior francés envió a las autoridades españolas una ficha del fugitivo advirtiendo de que podía estar en la provincia de Huesca después de cruzar la frontera en una moto marca Suzuki y que estaba armado y era "muy peligroso". Iba vestido con una cazadora de cuero oscura y un pantalón de color azul, y la última pista de su posible paradero fue la señal captada por un repetidor de telecomunicaciones en esta zona, a unos 150 kilómetros del lugar del crimen.

La moto apareció tirada en una cuneta en la carretera de Jaca a Bernués.
La moto apareció tirada en una cuneta en la carretera de Jaca a Bernués.
La Dépêche

Una sospecha que se confirmó muy poco después ya que un conductor encontró la moto tirada en una cuneta a la altura del kilómetro 10 de la carretera A-1215, a medio camino entre Jaca y Bernués. Durante casi dos semanas, agentes de la Guardia Civil peinaron de día y de noche caminos y densos bosques y utilizaron perros de rastreo, pero no encontraron ni una sola pista del fugitivo. Un despliegue policial que mantuvo en vilo a los vecinos, a los que les recomendaron no salir solos al monte y cerrar las puertas de las casas. Por ello, esperaba que apareciera cuanto antes, en Francia o en España, para poder "respirar tranquilos".

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