La marcha de las mujeres recorre Huesca al grito de "El reparto de tareas, que se estudie en las escuelas"
La ministra de Educación, Pilar Alegría, se sumó a la manifestación de la capital oscense, más multitudinaria que nunca.
Más multitudinaria que nunca, intergeneracional, con un recuerdo para las mujeres que sufren en otras partes del mundo y para las limpiadoras en su largo conflicto laboral. Cientos de personas, hombres, mujeres, jóvenes y mayores, han recorrido el centro de Huesca convocadas por la Asamblea del 8-M tras una pancarta con el lema "Feminismo para todo el mundo", porque el objetivo es luchar también contra el racismo, la discriminación del colectivo lgtbIq y el clasismo.
En la marcha ha participado la ministra de Educación, Pilar Alegría, que poco antes había estado en Lanaja en la entrega del premio Gabardera. "Siempre participo en los 8-M porque aparte de celebrar el día internacional de la mujer, es una fecha muy señalada para seguir reivindicando todos los pasos que hemos ido logrando en este camino inacabable todavía para alcanzar esa igualdad entre el hombre y la mujer".
Los participantes volvieron a corear consignas que ya se han hecho clásicas contra la violencia machista, como "Ni una agresión sin respuesta", pero también otras que hacen referencia a la desigualdad en la vida cotidiana, como "Manolo, prepárate la cena tú solo" o "el reparto de tareas, que se estudie en las escuelas". No faltaron las reclamaciones laborales ("Basta ya de brecha salarial") y el rechazo a las agresiones sexuales ("Sola, borracha, quiero llegar a casa").
La marcha partió de la plaza de Navarra para recorrer la calle San Orencio, el Coso y regresar por la calle del Parque al punto de partida. Nutrida fue la representación de las trabajadoras del sector de la limpieza, inmersas en un conflicto laboral desde hace meses. Su intervención en la lectura final del manifiesto fue interrumpida varias veces por los aplausos de los presentes.
El comunicado fue leído por nueve mujeres, y el coro de la Universidad Ciudadana interpretó una canción, "Txoria Txori", en homenaje a Mari Carmen Fernández, la última asesinada en Villanueva de Gállego delante de su hijo de seis años, y al resto de víctimas de la violencia machista. El acto se cerró al grito de "¡Que viva la lucha de las mujeres¡".
El manifiesto hizo referencia a la ley del aborto, para pedir que sea seguro y gratuito, a las ayudas a la maternidad, los derechos de las personas trans, la violencia de género, la precariedad laboral y la ley del 'solo sí es sí'. Esta, señaló, es "una reivindicación del movimiento feminista, y que ha provocado una polémica indeseada".
Numerosos colectivos quisieron estar presentes, como la Federación de Barrios o la fundación de Arcadia. Esta visibilizó la doble discriminación que sufren las mujeres con problemas de salud mental.
Ana Camino, de la Coordinadora Feminista de Huesca, tuvo palabras para las mujeres afganas o iraníes, "que están mucho peor que nosotras". "Se han aprobado leyes importantes este año pero queda mucho camino por recorrer y las mujeres debemos seguir unidas".
"Todavía estamos lejos de una igualdad real y debe haber un cambio político y social, y también en lo básico del día a día, en el respeto hacia las mujeres, en los roles de género...", declaraba Jara Agudo, una de las muchas participantes jóvenes, que reconocía que desde que se puso "las gafas violetas" se da más cuenta de la discriminación.
Elsa Lanaspa, miembro de la Asociación Autismo Huesca, lamentaba la doble discriminación de algunos colectivos. "Es más difícil para nosotras obtener un diagnóstico", decía, mientras sujetaba un cartel donde podía leerse "¿No depilarse solo es antihigiénico porque soy mujer?".
Para Ana Irurzun, empleada de una tienda de bicicletas, todavía hay motivos para la lucha. "Yo trabajo en un mundo muy masculinizado y lucho porque dejen de preguntarme dónde está él, el jefe, cuando soy yo".
Pero también había muchos hombres, jóvenes y mayores. Santiago Cano recordaba que el 8-M es el día de la mujer trabajadora y surgió para conmemorar el asesinato de 120 mujeres en 1875 en la protesta laboral de una fábrica textil de Nueva York. "Estoy convencido de que todavía queda mucho camino para la igualdad total".
Para apoyar la causa feminista estaba allí también Dani Benítez, estudiante. "Hay mucho machismo todavía en la sociedad, porque a muchas mujeres no las creen capaces, y porque a un hombre no se le dice, 'Te pasó por cómo ibas vestido'".
