Laña, la última bucarda de Ordesa, traspasa fronteras

El Parque Nacional de Ordesa cede el animal disecado de la especie extinta a una exposición sobre genética en Alemania, junto con la jaula trampa utilizada para capturarla.

El animal disecado que se exhibe en el Centro de Visitantes de Torla.
El animal disecado en la exposición de Dresde, donde es el protagonista de una de las cuatro secciones.
Christian Kosmas Mayer:

El 6 de enero del año 2000 se certificó la muerte del último ejemplar de bucardo del Parque Nacional de  Ordesa y Monte Perdido. Los guardas encontraron en la Faja Pelay el cuerpo del único superviviente de la especie en todo el mundo. Estaba bajo un árbol, lo que hizo suponer que murió por el impacto del tronco al caer. 

Dos décadas después, su cuerpo permanece intacto gracias a la taxidermia y Laña, como se bautizó a esta hembra, de unos 12 o 13 años, sigue dando que hablar. Su intento de clonación no llegó a buen puerto, pese a que se la consiguió apresar y tomar muestras genéticas para su posterior estudio y tratamiento con métodos de ingeniería genética.

La última bucarda ha viajado desde el Centro de Visitantes de Torla, donde se exhibe el cuerpo, al Deutsches Hygiene-Museum de Dresdren (Alemania), para formar parte de una exposición que precisamente trata sobre genética. Se titula 'De los genes y los seres humanos. ¿Quiénes somos y en quién podríamos convertirnos?' y estará abierta al público hasta el 10 de septiembre. Es la protagonista de una de las cuatro secciones de la exposición. 

El breve renacimiento del bucardo

A los visitantes de la sala se les explica que en el 2003, la cabra montés de los Pirineos o bucardo se convirtió en la única especie animal extinta que volvió a la vida, con la ayuda de la ingeniería genética. El animal, clonado a partir de células crioconservadas, vivió durante siete minutos. La exposición utiliza material para relacionar la historia cultural del bucardo con la de su breve renacimiento.

Con la muerte del último bucardo se acabó la especie -en realidad se trataba de una subespecie de cabra hispánica emparentada con las de Beceite o Gredos-, pero Laña sigue siendo una leyenda como ejemplo de supervivencia y a la vez de pérdida de la biodiversidad. Aunque a principios del siglo XX había decenas de ejemplares en Ordesa, desde 1998 solo sobrevivía ella. Antes murió otra hembra de avanzada edad por causas naturales en las instalaciones del Gobierno aragonés en la Garcipollera, a donde había sido trasladada tras su captura para intentar un cruce con otras cabras hispánicas sin resultado positivo.

Además de Laña, también ha viajado a Alemania una de las jaulas-trampa que se utilizaban en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido para capturar a los últimos ejemplares que habitaban en el valle de Ordesa.

La caja trampa que sirvió para capturar a los últimos bucardos.
La caja trampa que sirvió para capturar a los últimos bucardos, instalada en la exposición de Dresde.
Christian Kosmas Mayer

La exposición 'De genes y seres humanos' se inauguró el 11 de febrero y habla sobre la investigación genética y sus avances, desde la secuenciación del genoma de Neanderthal hasta las vacunas modernas de ARN mensajero. La bucarda es la protagonista de la sección dedicada a la naturaleza bajo el título '¿Una nueva creación?'. El material pretende reflexionar sobre si se puede revertir el proceso de extinción de especies que el ser humano ha desencadenado devolviéndolas a la vida. 

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