La temporada de esquí se reactiva con un 90% de ocupación en los hoteles a pie de pistas

Estaciones y alojamientos coinciden en que la campaña está garantizada con las últimas nevadas. El aluvión del pasado fin de semana augura buenas cifras en febrero, el mes con más esquiadores e ingresos.

Esquiadores en el dominio 100K formado por Astún y Candanchú.
Una imagen de Candanchú el pasado domingo.
Verónica Lacasa

No hay como una buena nevada para que los teléfonos empiecen a sonar en los hoteles y las reservas se disparen. La ocupación en los alojamientos cercanos a las estaciones de esquí aragonesas roza estos días el 90%, un porcentaje que, según los empresarios turísticos, se mantendrá las próximas semanas. La nieve apenas permitió abrir para el puente de la Constitución, escaseó en Navidad, pero ha caído en abundancia para afrontar el mes del esquí por excelencia, febrero. 

La prueba evidente del despegue de la campaña era la imagen que ofrecían este fin de semana las estaciones. Ha sido el mejor, el primero con casi todo el dominio esquiable en funcionamiento, 320 kilómetros, con espesores que llegan a los 2,60 metros. Las pistas estuvieron repletas de público, los aparcamientos llenos e incluso hubo colas en las carreteras de acceso.

La Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca cree que con la nieve caída a mediados de enero se puede dar por garantizada la temporada, que concluye el 9 de abril. La vicepresidenta del sector de Hospedaje, Anabel Costa, confirma porcentajes de ocupación del 90% en los hoteles a pie de pistas. "Podía haber sido un desastre, pero el panorama ha cambiado por completo. Sin nieve no hay esquiadores y sin esquiadores no hay ingresos en estos valles", dice.

En los hoteles situados junto a la mayor estación de Aragón, Formigal, el incremento de reservas ha sido notable. "Se ha reactivado muchísimo la ocupación. Desde esta semana pasada hasta el 10 de marzo estamos superando ya porcentajes del 90%, con fines de semana llenos, y también estamos vendiendo muchas habitaciones hasta la Semana Santa. Se ha salvado la temporada con toda seguridad", afirma Jesús Pellejero, hotelero de Formigal y presidente de los empresarios turísticos del valle de Tena.

Esquiadores en el dominio 100K formado por Astún y Candanchú.
Esquiadores en el dominio 100K formado por Astún y Candanchú.
Verónica Lacasa

La buena noticia no es solo la nieve. También la inflación se ha moderado. "Tenemos mejores precios de combustibles, electricidad y alimentación, y eso nos va a suponer un ahorro", añade Pellejero, quien confía en recuperar a partir de ahora el bache de diciembre y enero.

Marian Bandrés, presidenta de la Asociación de Empresarios de Comercio y Servicios de la Jacetania (Acomseja), coincide en que las últimas nevadas "aseguran todo el invierno, esperamos trabajar al máximo. Las reservas están a tope y las perspectivas son buenísimas".

Incluso de lunes a viernes los hoteles alcanzan un 70% de ocupación en el conjunto de los valles, indica el presidente de la Asociación Turística del Valle de Benasque, José María Ciria. "Desde finales de enero hemos notado mucho movimiento de reservas. Las noticias sobre las últimas nevadas y el frío han animado a la gente". Enero no será como el de 2022 por el tropiezo en la segunda parte de la Navidad, pero febrero y marzo se prevén como los del año pasado. "La gente que todavía no ha venido a esquiar al final acabará viniendo". Salvo una catástrofe, él prevé que la temporada 2022-2023 sea una de las mejores.

Imágenes de las estaciones de Aramón.
Cerler, el domingo, con buen tiempo y casi 50 kilómetros esquiables.
Aramón

También las estaciones de esquí respiran aliviadas y dan por asegurada la temporada. Candanchú disfruta de espesores de hasta 2,60 metros en pistas y Formigal, de 1,90 m. "El frío además ha compactado la nieve y eso le da mucha más capacidad de aguante", relata el director general del centro invernal del valle del Aragón, Álvaro Luna, que espera que aunque el balance final de la temporada se resienta del tropiezo inicial, "enero y febrero sean incluso mejores".

Y es que la nieve ha aparecido a las puertas del mes del esquí por excelencia, febrero, el de mayor volumen de esquiadores y de facturación, con nieve asegurada para la Semana Blanca y los Carnavales.

Una caída del 10% en diciembre por la falta de nieve

La Navidad en el sector hotelero del Pirineo aragonés tuvo luces y sombras. Si bien en la primera parte de las vacaciones, la afluencia de turistas fue notable, para la festividad de Reyes flojeó. La escasez de nieve empezaba a pasar factura y provocaba entonces más cancelaciones que reservas.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que diciembre del 2022 no fue un buen mes para el sector turístico de la provincia de Huesca. La Encuesta de Ocupación Hotelera registro un 10% menos de viajeros y un 9% menos de pernoctaciones, con una ocupación global del 34%. Este porcentaje está por debajo del alcanzado en 2021 (36%) y en 2019 (37%).

Aunque Jaca sigue liderando las cifras en cuanto al número de viajeros, con más de 10.000 en sus 22 establecimientos abiertos el mes pasado, el mejor porcentaje de ocupación lo tuvo Benasque. La capital jacetana, con 2.074 plazas hoteleras disponibles en diciembre, llenó el 39,9%, mientras que Benasque (1.437 plazas) contrató el 46,6%. Por detrás quedó Sallent de Gállego, otro de los puntos turísticos de la provincia de Huesca medidos en las encuestas de ocupación del INE. En la localidad del valle de Tena (1.945 plazas), el porcentaje se quedó en el 35,2%, por debajo incluso de Huesca capital (1.161), que en diciembre tuvo una ocupación del 39,8%.

En Sallent de Gállego, sin embargo, los viajeros se quedaron más días. La estancia media fue de 2,90, frente a los 2,8 de Benasque y los 2,3 de Jaca.

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