Más de 300 mecenas logran salvar de la ruina la torre de Erés

Los vecinos pusieron en marcha una campaña de captación de fondos para reparar la cubierta de esta iglesia, que se salvó del pantano pero no del abandono.

Ermita de Erés, actualmente en obras. Su campana fue el símbolo de la lucha contra el pantano.
Ermita de Erés, cuya campana fue el símbolo de la lucha contra el pantano.
Heraldo

La campaña de 'crowndfunding' lanzada para el arreglo de la torre de Erés (Biscarrués), mítica por su campana, ha dado sus frutos. Más de 300 personas se han convertido en mecenas y han colaborado con aportaciones que sumaban 6.500 euros, el dinero necesario para reconstruir el tejado.

La Asociación de Vecinos de Erés y la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, organizadoras de la recolecta, han mostrado su satisfacción "por el éxito de esta original campaña que ha conseguido emocionar e implicar a muchas personas que han sido capaces de poner su colaboración económica en esta causa". 

Erés es un pueblo de 10 habitantes que ha logrado atraer a su causa a personas tanto de municipios vecinos como de territorios lejanos. Su campana sonó en todas las movilizaciones contra el embalse de Biscarrués, que amenazaba las casas. Y sonó tan fuerte que finalmente los ayuntamientos y las asociaciones ecologistas consiguieron ganar la batalla planteada en los tribunales. 

La campana está fuera de la iglesia, la ermita de San Jorge, porque el templo lleva años cerrado al culto debido a la situación de ruina. Una ruina a la que se ha querido poner remedio a través de la campaña de 'crowndfunding' para el arreglo de la cubierta del campanario, mientras que la diócesis de Huesca se ocupa del resto de la rehabilitación.

"Este es un pueblo simbólico al ser el último en España en sufrir la amenaza de desaparecer bajo las aguas de un pantano", señalan los organizadores. "Esta losa fue la que hizo que no se invirtiera y se llegará a la situación de ruina de su torre de San Jorge". Son "pequeños gestos que llenan de esperanza este luchador mundo rural", añaden.

Para la Asociación de Vecinos de Erés y la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, el lema 'Apadrina un territorio vivo' se ha hecho realidad consiguiendo que la lucha haya arrastrado la complicidad de muchas personas "que han pasado a formar parte de la comunidad de los defensores del patrimonio y del mundo rural".

Los mecenas están recibiendo el agradecimiento en forma de recompensas, como mochilas o toallas del río Gállego, el libro 'La campaña de Erés' o actividades gratuitas de rafting, paintball o arborismo, con la colaboración de las empresas de Murillo de Gállego, según el importe de la donación. Además hay dos experiencias exclusivas: un baño de bosque y un concierto.

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