"En el pueblo se vive más tranquilo y para un apuro estás a 5 minutos de Huesca"

Miriam Zabau y Sergio Márquez se mudaron con sus hijas justo al inicio de la pandemia de Huesca a Monflorite, uno de los pueblos que más ha crecido en Aragón en 10 años.

Sergio y Miriam con sus hijas Valeria y Mara y su perra Nieve
Sergio y Miriam con sus hijas Valeria y Mara y su perra Nieve
J. Navarro

"Estamos muy contentos y eso que ninguno de los dos hemos sido de tener pueblo". Son palabras de Miriam Zabau y Sergio Márquez, una pareja que vivía a las afueras de Huesca, justo al lado del recinto ferial, y que hace año y medio se trasladó a vivir a Monflorite, un pueblo situado a solo 7 kilómetros de la capital que en la última década ha sido uno de los que más ha crecido de Aragón.

Unos años antes de mudarse, ya empezaron a ir en verano con su hija mayor, Valeria (la pequeña, Mara, aún no había nacido), a la piscina de Monflorite "porque era más tranquila y el ambiente era muy bueno para los críos", afirman. Ya entonces conocían a alguna pareja que se habían ido a vivir allí "y nos hablaban de lo bien que se estaba y nos empezó a picar el gusanillo", recuerdan.

Miriam se quedó embarazada y empezaron a mirar piso en Huesca porque solo tenían dos habitaciones, "pero se nos iba de precio". Entonces dio la casualidad de que salieron a la venta dos adosados en Monflorite. "Fue una odisea vender y comprar al mismo tiempo pero al final firmamos el día antes del confinamiento, el 13 de marzo de 2020", relatan. Así, tuvieron la suerte de pasar el confinamiento en una casa con dos terrazas para que las niñas pudieran salir a jugar.

Su balance es "muy bueno" por distintos motivos. Sergio trabaja en el parque tecnológico Walqa y a raíz de la pandemia comenzaron a teletrabajar. Y ahora la mayor parte del tiempo sigue haciéndolo desde casa, donde se ha habilitado la buhardilla como oficina. Y Miriam es peluquera y trabaja en centros asistenciales como residencias de mayores o de personas discapacitadas.

Otra de las principales razones por las que eligieron Monflorite es por estar a 5 minutos del colegio de Huesca. "Si hubiera sido otro pueblo más lejos, ya no nos hubiera encajado", señalan. Sus hijas de 4 y 11 años cogen el transporte escolar cada día al Pirineos-Pyrenees. "Pero si me coincide el horario, las llevo yo antes de ir a trabajar", indica Miriam.

No hay tiendas, pero vienen varios panaderos de otros pueblos a vender. "Es verdad que tienes que tener previsto un poco más en la despensa, pero para a un apuro estás a solo cinco minutos en coche de la ciudad", subrayan. A su juicio, todo ello se compensa con la "tranquilidad".

La cercanía a Huesca es, en opinión del alcalde, Jesús Manuel López, una de las principales causas de este crecimiento demográfico, además de los servicios que se han creado en la última década como la piscina y el polideportivo y la gran oferta de actividades deportivas y ocio entre semana. "Cuando alguien va a comprar casa, se fija en estas cosas", dice. De hecho, ahora van a invertir casi 50.000 euros en una piscina para el núcleo de Lascasas.

Además, el alcalde destaca que han apostado por un desarrollo urbanístico contenido. Actualmente, hay una promoción de 12 unifamiliares. "No se han promovido macrourbanizaciones porque lo bueno es que las familias vengan de poco y poco se vayan integrando en el pueblo", valora.

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