La continua caída de piedras impide evaluar los daños en la carretera de Añisclo
La carretera HU-631, afectada el lunes por un desprendimiento, se mantendrá cerrada, ya que además es necesario reparar el gran socavón abierto en la calzada.
La carretera del cañón de Añisclo (HU-631), en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se mantendrá cerrada tras el desprendimiento ocurrido el pasado lunes por lluvias, que generó un socavón de grandes dimensiones en la calzada. No hay fecha para reabrirla al tráfico, según ha informado el Gobierno de Aragón, ya que la continua caída de piedras impide inspeccionar la zona afectada, en el punto kilométrico 4,6, para poder evaluar los daños y planificar la reparación.
"Son rocas que vienen de muy arriba y es imposible evitarlas. No podemos poner mallas en todo el Pirineo", ha declarado el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro. El responsable del departamento ha incidido en la necesidad de actuar con celeridad, pero "sin poner en riesgo" a nadie, ni a los técnicos de Carreteras ni a los usuarios de esta vía, en el término municipal de Fanlo y que comunica Escalona con Nerín.
Aunque están por determinar las circunstancias concretas del desprendimiento, se da por seguro que está relacionado con las intensas precipitaciones caídas la semana pasada, que en otro punto del Parque Nacional, en el valle de Pineta, dejaron hasta 215 litros por metro cuadrado.
La intervención en Añisclo excede lo que es un simple desprendimiento. "No se trata solo de retirar una roca sino que ha habido daños en el firme", ha comentado el consejero durante la presentación en Huesca del plan de vialidad invernal.
Por su parte, el director general de Carreteras, Bizén Fuster, se ha referido a los continuos desprendimientos en esta ruta de alta montaña. La vía se mantendrá cerrada "porque la seguridad está por encima de todo", ha insistido, recordando además la existe de una ruta alternativa, a través de la carretera que discurre entre Puyarruego, Buerba y Escalona.
Este trayecto ya se utiliza en verano cuando la del cañón de Añisclo se convierte en un paso de un solo sentido para evitar aglomeraciones. También fue el único acceso al valle de Vió entre 2017 y 2019 debido a que la HU-631 estuvo cerrada por el peligro de derrumbe de un túnel, donde hubo que hacer obras de reparación por valor de casi 2 millones de euros.
