La portada original estaba policromada en vivos colores y la torre llegó a tener más de 50 metros de altura y estuvo coronada por un chapitel mudejar, además de albergar un reloj. Estas son algunas de las curiosidades que revela la investigación realizada por la ilustradora y educadora de patrimonio Cielo Entrena y que ha plasmado en una inédita recreación de los cambios de imagen que ha sufrido la fachada de la catedral de Huesca desde su construcción hace ya ocho siglos. 

El resultado es un vídeo didáctico que se presentará oficialmente este miércoles con motivo de la celebración del Día Internacional de las Catedrales y que se proyectará en bucle durante todo el día en el interior de la seo oscense. Además, se permitirá el libre acceso para visitar la “torreta” del lado sur y la galería de arquillos sobre la misma fachada principal, unas de las zonas más desconocidas del edificio y de acceso restringido habitualmente. El horario será de 10.30 a 14.00 y de 16.00 a 18.00 con entrada gratuita desde el Museo Diocesano sin reserva previa.

Cielo Entrena comenzó a idear este proyecto hace un año ya que después de haber trabajado como educadora y guía en el Museo y en la catedral de Huesca, "siempre había tratado de imaginar cómo sería en otras épocas de la historia", recuerda. A partir de allí inició una exhaustiva investigación con el asesoramiento histórico de Susana Villacampa Sanvicente y de Selena Sánchez Navarro buceando entre la documentación escrita existente y también en el escaso material gráfico como los dibujos de Valentín Carderera y de Antonio Naval y fotografías de principios del siglo XX. Aun así, hay elementos en los que la documentación era escasa, ambigua o inexistente, de allí que algunas ilustraciones sean ficticias.

Fruto de ello llevó a cabo un intenso proceso creativo que le llevó desde los primeros bocetos hasta la edición digital del vídeo tratando de mostrar esa evolución "con el mayor rigor posible". Esos dibujos se fueron convirtiendo en ilustraciones definitivas pintadas con témpera. En total, dedicó 170 horas a dar forma a este proyecto. 

Cielo Entrena

De la fachada de la catedral completa hizo tres ilustraciones. La primera, correspondiente al año 1367, cuando ya estaba construido el templo gótico cuyas obras se habían iniciado en 1273 promovidas por el obispo Jaime Sarroca y el rey Jaime I el Conquistador. El dibujo ya refleja la portada original, obra de Guillermo Inglés, que estaba tallada en piedra y policromada. "Es uno de los aspectos más curiosos del proyecto porque la imagen que se encontraban los oscenses ante la catedral era muy distinto", destaca. Además, en aquella época la torre campanario llegaba solo hasta la tercera planta.

Otra de las ilustraciones recrea la imagen de 1575, cuando se renovaron las puertas colocando la que se conservan actualmente. Para entonces ya se había levantado la cuarta planta de la torre añadiendo un cuerpo más coronado por un chapitel de origen mudéjar y se había colocado un tejado de madera encima de la portada, obra de artesanos mudéjares. Durante los siglos XVI y XVII, se dio una segunda capa de policromía en la portada pero de un tono similar al de la propia piedra y ya en el XVIII recuperó los colores similares a los originales. 

Finalmente, hay ilustraciones correspondientes a los cambios que sufrió en el siglo XX ya que en 1937 se incendió el chapitel de la torre y durante las décadas de los 60 y 70 se acometió una profunda restauración para devolverle una estética medieval despojándole de casi todos los elementos artísticos añadidos a partir del XVII. También hay dibujos de la portada -con y sin policromar-, uno del tímpano en detalle y varios más del resto de elementos y personajes sueltos.

Cielo Entrena deja claro que desde el principio se planteó este proyecto con un sentido principalmente didáctico y una utilidad práctica para el propio Museo Diocesano, ya fuera en los talleres didácticos, visitas guiadas o difusión por redes sociales, "con un material muy visual para cualquier persona de cualquier edad", señala.