Renuncia el director del Museo Diocesano de Huesca y delegado de Patrimonio
José María Nasarre, que fue el primer vicerrector del campus oscense, deja estos cargos tras 18 años de dedicación.
José María Nasarre ha presentado su renuncia como delegado de Patrimonio de la Diócesis de Huesca y como director del Museo Diocesano. La decisión se la hizo llegar por escrito al obispo, Julián Ruiz, el último día del mes de agosto, aunque no cesó de forma efectiva hasta el 30 de septiembre. Su puesto lo ocupará en la delegación de Patrimonio José Ignacio Martínez, cura de Sariñena, mientras que al frente del museo se pondrá Susana Villacampa, técnico y guía-educadora del centro desde su apertura en 1997.
La decisión ha partido de Nasarre, quien la ha justificado por los muchos años que lleva en esos cargos. A sus 76 años, ha estado 18 desempeñando esas funciones como responsable de Patrimonio del Obispado de Huesca. Durante su mandato ha luchado para conseguir un plan director de la catedral que permitiera su restauración integral y ha visto con satisfacción cómo se rehabilitaba para su uso público el Salón del Tanto Monta del antiguo palacio episcopal, que estaba cerrado desde 1955.
Su vida laboral ha estado vinculada a la Universidad, además de al sacerdocio. Fue profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales y el primer vicerrector del campus de Huesca. Antes dirigió durante seis años la Escuela Universitaria de Magisterio. También fue el primer decano de la Escuela de Empresariales y estuvo al frente de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación. Se jubiló de la Universidad después de 32 años y permaneció 5 como profesor emérito.
Nasarre seguirá siendo el sacerdote de cinco localidades cercanas a la capital oscense: Alerre, Loscorrales, Quinzano, Plasencia y Esquedas. En tres de estos pueblos lleva más de cuatro décadas ejerciendo.
La catedral y el Museo Diocesano le han agradecido "su profesionalidad y valiosa gestión en la conservación y defensa del arte, la historia y el patrimonio vinculados a la Iglesia en el Alto Aragón". Han destacado sus cualidades humanas y su capacidad de gestión, que han permitido crear una excelente relación con instituciones y administraciones públicas y privadas para darle mayor trascendencia al museo y su colección, "convirtiéndolo en una referencia dentro de los museos de la Iglesia de Aragón".
