Fallece en el Pirineo un parapentista inglés y dos escaladores oscenses resultan heridos

Los montañeros de Huesca se quedaron colgados de las cuerdas inconscientes a 340 metros de altura, tras producirse un desprendimiento de rocas. 

Una imagen del rescate en el Tozal del Mallo, en el Parque Nacional de Ordesa.
Una imagen del rescate en el Tozal del Mallo, en el Parque Nacional de Ordesa.
Guardia Civil

Un ciudadano británico de 50 años ha perdido la vida este jueves en un accidente de parapente ocurrido en la cara sur del pico Gallinero de Cerler, el mismo lugar donde el pasado mes de junio murió otro deportista realizando la misma actividad. En las últimas horas se ha producido otro grave accidente de montaña que ha afectado a dos escaladores oscenses de 56 y 58 años. Mientras subían el Tozal del Mallo, en Ordesa, hubo un desprendimiento de rocas y se quedaron insconcientes, colgados de las cuerdas, a casi 350 metros de altura. 

El rescate se efectuó de noche, con ayuda de una helicóptero de la gendarmería francesa

El accidente mortal del parapentista ha ocurrido sobre las 13.30. Los testigos del suceso han avisado al 112 diciendo que permanecía consciente tras el suceso, pero su respiración era anormal. Hasta allí se han dirigido el helicóptero de la Guardia Civil de Huesca, el Greim de Benasque y un sanitario del 061. 

Cuando han llegado había dos personas realizando maniobras de reanimación cardiopulmonar a la víctima. El equipo de montaña les ha relevado mientras el sanitario hacía la valoración y le suministraba medicación, pero debido a la gravedad de las heridas que presentaba, finalmente el parapentista ha fallecido. 

El cuerpo ha sido trasladado hasta la helisuperficie de Benasque y de allí los servicios funerarios lo han llevado al depósito del Hospital Provincial de Huesca. La Guardia Civil está investigando los hechos para aclarar las circunstancias del accidente. 

Este es el segundo accidente mortal de parapente registrado este año en el Pirineo y se da la circunstancia de que ambos han ocurrido en el mismo lugar. El pasado mes de junio, otro practicante de esta disciplina, un barcelonés de 52 años, perdió la vida también en el pico Gallinero, en Cerler (Benasque). Iba en un grupo de otros cuatro deportistas, se le plegó la vela y se golpeó contra la ladera. Con la última víctima, ya son 14 los fallecidos en la montaña este año.

Un día antes, el miércoles, dos escaladores sufrieron lesiones graves como consecuencia de un desprendimiento de rocas en el pico Tozal del Mallo de Ordesa, en el término municipal de Torla. El accidente se produjo hacia las 17.00 y fue un montañero el que informó al 112 de que los alpinistas habían quedado colgados de sus cuerdas.  

Desde la central de la Guardia Civil de Huesca se comunicó lo ocurrido al Greim de Boltaña y se dio avisó a la Unidad Aérea de Logroño (el helicóptero de Huesca estaba en revisión), a los especialistas de rescate en montaña y al médico del 061. Además, se activó a un segundo equipo. El suceso se produjo en la parte superior de una de las paredes del pico. 

El montañero que había alertado de lo ocurrido y los accidentados fueron localizados en una pequeña repisa, en una zona inferior. Los guardias descendieron hasta ellos mediante rápel, extremando al máximo las medidas de seguridad para no provocar una nueva caída de piedras. Llegó entonces el segundo equipo, también del Greim de Boltaña, y el médico. Dada la complejidad del terreno y las dificultades de este, se previó que el rescate se alargaría durante la noche por lo que el helicóptero regresó a su base en Logroño.

Entre ambos equipos y con ayuda del médico 061 se decidió utilizar la cuerda del rápel como cuerda tractora para iniciar la elevación de uno de los heridos, que tras una primera asistencia se consideró que estaba muy grave. Posteriormente se inició la elevación del segundo. El ascenso hasta la cima del pico resultó muy laborioso.

Una vez en la misma y siendo ya de noche los escaladores fueron estabilizados. No obstante, ante la gravedad de uno de ellos y la imposibilidad de vuelo del helicóptero de la Guardia Civil por falta de luz solar, se solicitó la colaboración de la Gendarmería Nacional Francesa, la cual dispone de helicóptero para realizar vuelo nocturno. Existía el riesgo de que el accidentado más grave perdiera la vida si no recibía asistencia médica. Por ello, alrededor de la media noche, la aeronave francesa evacuó a los heridos al Hospital de Pau (Francia). 

Miembros de Peña Guara

Los dos montañeros son miembros del club Peña Guara. Fuentes de esta entidad indicaron que son unos "magníficos" escaladores. Uno de ellos, el menos grave, fue  trasladado desde Pau al Hospital Universitario San Jorge, donde fue atendido. Ya se recupera en su domicilio. Su compañero, con lesiones más importantes, sobre todo en la cabeza, sigue en Francia, donde fue intervenido de urgencia. 

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