Aragón roza ya el récord de rescates al dispararse los accidentes de extranjeros

El Greim auxilió a 127 personas de otros países en los ocho primeros meses del año, un 33% más que en todo 2021. "Solo suelen llamar cuando son cosas graves, no por un simple cansancio", dicen  desde la Guardia Civil

Los especialistas de la Guardia Civil localizaron el cadáver del montañero francés en una pendiente de rocas de los ibones de la Cresta de Batanes, en Torla.
Imagen del único accidente mortal de un montañero extranjero este año en Huesca tras un desprendimiento de rocas en una cresta de Ordesa.
Guardia Civil

La Guardia Civil batió el año pasado el récord de rescates de montaña con 463 intervenciones en la Comunidad Autónoma de Aragón y, de momento, va camino de superar ese registro en 2022. En los ochos primeros meses del año ha contabilizado ya 424 auxilios, a los que hay que sumar una treintena más registrados este septiembre y todavía quedan más de tres meses para acabar el año.

Y una de las causas principales de este nuevo repunte hay que buscarla en los accidentes de montañeros, senderistas y barranquistas llegados de otros países, ya que el número de personas extranjeras auxiliadas este año en Aragón, principalmente en el Pirineo y en la Sierra de Guara, se ha disparado por ahora un 33%. Del 1 de enero al 31 de agosto han sido rescatados 127, mientras que en todo 2021 fueron 95. Una tendencia que también se da en el sector turístico en general con un aumento de clientes y pernoctaciones de extranjeros en hoteles, cámpines y casas rurales.

Este aumento contrasta con el descenso de españoles auxiliados por los grupos de montaña, que han pasado de 538 en todo el año pasado a 452 en los ochos primeros meses, un 16% menos. 

Según las estadísticas facilitadas por la Guardia Civil, en los últimos seis años han sido rescatadas 3.815 personas en Aragón y 588 de ellas eran extranjeras, lo que supone una media del 15%. Sin embargo, este año ese porcentaje ha crecido hasta el 22%. Todos ellos en la provincia de Huesca ya que los grupos de montaña de Tarazona (Zaragoza) y Mora de Rubielos (Teruel) no han tenido que auxiliar a personas de otros países.

Pese a que todo apunta a ese récord de rescates, el balance por ahora no está siendo tan trágico como en años precedentes. En 2018 y 2019, por ejemplo, se contabilizaron 30 fallecidos cada año con una cifra anual de intervenciones similar e incluso inferior a la de que se lleva en este 2022, cuando se llevan contabilizados 13 muertos. Las dos últimas víctimas se produjeron el pasado 10 de septiembre: una montañera navarra de 22 años que se despeñó 50 metros en el pico Brazatos (Panticosa);y un montañero barcelonés de 65 que sufrió un infarto en el pico Cabalera (Gistaín).

En la lista de fallecidos de este año también hay un extranjero: un montañero francés de 68 años que murió al ser golpeado por unos bloques de piedra que se desprendieron en la senda de los Ibones de la Cresta de Batanes (Torla-Ordesa) y que le arrastraron por una pendiente tanto a él como a su compañera, una mujer también francesa de 56 años que sufrió politraumatismos.

Baín Gutiérrez, jefe del Greim de Jaca y de las cinco unidades de la provincia, admite que los accidentes de extranjeros han aumentado notablemente este año ya que superan incluso a las cifras previas a la pandemia.

La inmensa mayoría de las personas procedentes de otros países que han requerido ayuda de los Greim procedían de Francia. "Les gusta mucho la zona fronteriza y luego son asiduos prácticamente al barranquismo por lo que vienen mucho a la Sierra de Guara", destaca. No obstante, también han rescatado a gente de Bélgica, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Holanda o Polonia.

Aunque muchos especialistas del Greim hablan inglés y francés, el idioma en algunos casos puede ser una barrera, sobre todo para aspectos más técnicos, y en esos casos cuentan con la colaboración del 112, que tiene traductores a su disposición. "Más o menos nos solemos entender aunque cueste algo más de tiempo y en caso de que no sea así, el 112 nos pueden hacer de intermediarios", señala Baín Gutiérrez.

Asegura que los extranjeros que llegan al Pirineo o a Guara tienen "cultura de montaña" y por ello cuando llaman a los servicios de emergencia es porque no les queda más remedio. "Solo suelen avisar cuando son accidentes graves que sí requieren de una asistencia muy necesaria, no para cosas menores como un simple cansancio, por ejemplo", señala. Además, confían plenamente en el rescate, "porque saben que somos un cuerpo homólogo al Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña, que son punteros como nosotros, y tenemos un cierto renombre en Francia así que están muy a gusto", valora. 

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