Muere un montañero francés de 68 años al golpearle unas rocas en los ibones de la Cresta de Batanes, en Torla

Los especialistas de la Guardia Civil rescataron el martes el cuerpo sin vida de un montañero francés de 68 años que murió al ser golpeado por unos bloques de piedra que se desprendieron en la senda de los Ibones de la Cresta de Batanes (Torla-Ordesa) y que le arrastraron por una pendiente tanto a él como a su compañera, una mujer también francesa de 56 años que sufrió politraumatismos. 

Sobre las 19.30 llegó un aviso del accidente por parte de un guarda del refugio de Bujaruelo, informando que había dos personas heridas debido a un desprendimiento en la zona del pico Vignemale, dando las coordenadas del punto exacto.

Se dirigieron al lugar el helicóptero de la Guardia Civil con base en Benasque, el Greim de Boltaña y un médico del 061. Una vez allí, en las proximidades del collado de Letrero, observaron a varias personas haciendo señales de auxilio por lo que el helicóptero dejó a los especialistas y al médico. Estos se aproximaron a las víctimas por un canal de roca muy descompuesto y de gran pendiente, teniendo que realizar la progresión por la misma de forma muy cuidadosa para que no se desprendieran piedras.

Al llegar al punto exacto, encontraron a una mujer tumbada y con signos de lesiones traumáticas pero consciente y un poco más abajo, un varón que una vez evaluado por el médico, certificaron que tenía lesiones incompatibles con la vida.

La médico realizó las primeras curas a la accidentada, que presentaba una posible fractura de muñeca y una lesión de tobillo, además de numerosos traumatismos por todo el cuerpo. Mientras, el cadáver del otro montañero fue evacuado por el helicóptero a Benasque y de allí al depósito a la espera de autopsia. La mujer también fue trasladada a Benasque con las últimas luces del día y allí recogida por una ambulancia que la llevó a un centro hospitalario.

Desde la Guardia Civil advierten de que debido a las fuertes lluvias caídas estos últimos días en alta montaña el terreno puede encontrarse inestable sobre todo en las zonas de pedreras, lo que puede ocasionar el desprendimientos de rocas. Por ello, piden extremar la precaución a la hora de transitar por este tipo de terreno y estar atentos a los avisos meteorológicos de tormentas, ya que estas pueden ser muy fuertes puntualmente en algunas zonas.

Con esta ya son cuatro las personas que han perdido la vida en el Pirineo a lo largo de este verano. Las anteriores fueron una montañera barcelonesa de 38 que se precipitó en una cresta en Sahún y un parapentista barcelonés de 52 en Cerler, ambos en junio; y una montañera madrileña de 39 que se cayó en el pico Infierno (Panticosa) en julio. 

En lo que va de año, hay ya nueve fallecidos. A los cuatro de este verano hay que sumar los tres esquiadores de 20, 63 y 73 años que perdieron la vida en Astún, un escalador de 26 en el Aspe y un aficionado al salto base de 33 en Plan.