Los trajes que enamoraron a Sorolla y a Galdós vuelven a las calles de Ansó
El ropero ultima el reparto de 82 atuendos que se lucirán por las calles el próximo domingo en el Día del Traje Tradicional.
El traje ansotano no solo enamoró al pintor Sorolla, que lo inmortalizó en sus cuadros. También el novelista y dramaturgo Benito Pérez Galdós lo subió a un escenario en su obra teatral ‘Los Condenados’. En un mercado de Madrid descubrió a las vendedoras de té de Ansó, con sus trajes arcaicos, y se animó a viajar hasta el valle en 1894, donde ambientó el melodrama rural sobre una joven destinada a casarse con un hombre rico pero que bebía los vientos por otro.
El 28 de agosto se celebra el Día del Traje Tradicional de Ansó y con este motivo se ha querido recordar el viaje de Galdós. El grupo de teatro local Dingolondango representa este jueves, en dos sesiones, ‘Os Condenaus d’Ansó’, obra de Elena Gusano, que recrea la relación del novelista con el pueblo donde pasó 15 días y al que llegó desde Jaca andando, ya que ni siquiera había carretera. Aquí compró algunos trajes y tomó fotografías, aunque las imágenes se han perdido. "He visto el país más original y pintoresco que puede imaginarse", escribió.
El ambiente que percibió el escritor a finales del siglo XIX se recreará este domingo a través de una indumentaria que resiste el paso del tiempo. Ansó se vista de gala una vez más demostrando por qué sus prendas son las que más brillan en las fiestas patronales de los pueblos de Aragón.
La celebración en 2021 del medio siglo de historia de esta Fiesta de Interés Turístico Nacional, que se conmemora cada último domingo de agosto, estuvo descafeinada por la pandemia y se suspendieron los actos más multitudinarios. Por eso, la edición número 51 se vivirá como si fuera la del auténtico aniversario.
El Ayuntamiento quiere introducir algunas novedades para realzar aún más la presencia de los vestidos antiguos en la calle. El programa arranca a las 10.00 con la escenificación costumbrista en distintos rincones del casco antiguo. Habrá seis estampas para recrear la familia, el trabajo, la escuela, una boda, una cocina o la herrería, una oportunidad para que el público aprecie de cerca la riqueza del traje ansotano. Posteriormente (11.45) se entregará el galardón de esta edición al fotógrafo zaragozano Carmelo Esteban, que tantas veces lo ha retratado. "Lleva 35 años viniendo de manera ininterrumpida", destaca la alcaldesa, Montse Castán.
Y a continuación desfilará en la plaza de Domingo Miral, a las puertas del ayuntamiento, lo mejor del ropero. A falta de ultimar los detalles, la idea es que solo 30 personas, dos por cada traje, caminen por la pasarela, con el objetivo de que la fiesta no acabe aquí. "Vamos a intentar que el resto de la gente que se viste, hasta casi el centenar, formen parte de los rincones y que estén por la calle, de manera que el público pueda disfrutar de los trajes mucho más, no solo en el momento de la pasarela", explica Castán.
La mañana finalizará con la misa (12.30) cantada por la Coral Ansotana, un momento muy especial con el altar lleno de trajes, y la interpretación del ‘Alacay’, una danza antigua que se bailaba en la romería a la ermita de la Virgen de Puyeta, recuperada hace unos años por Biella Nuey. La tarde se reserva a las jotas con el grupo folclórico Alto Aragón de Jaca.
El reparto de las prendas del ropero
La actividad es frenética en el ropero estos días previos para sacar de los armarios el mayor tesoro de Ansó, una diversidad reflejada en hasta 15 modelos que demuestran que había una vestimenta para cada edad y ocasión: de cristianar (bautizo), diario, saigüelo colorao (de fiesta hasta la primera comunión), periquillo (confirmación), alcalde, boda, cofradía...
Las encargadas del mismo, que pasan el invierno recomponiendo prendas, llevan 10 días distribuyendo los 82 trajes que se exhibirán, a los que se suma una docena de colecciones particulares. La respuesta al pregón, haciendo un llamamiento a los interesados en lucirlos, fue como siempre multitudinaria. La semana pasada y esta se han ido repartiendo en función de las tallas. Cada día le toca el turno a un tipo de atuendo, que hay que probar antes de adjudicar.
"Es duro e intenso porque siempre hay algún conflicto, desilusiones, lloros... Por eso constantemente hay alguien del Ayuntamiento para apoyarlas, por si hay que dilucidar y decidir, y a veces, sortear», reconoce la alcaldesa. "Se procura sacarlo todo. El martes todavía quedaba una basquiña que no se repartió y aún buscan a quién le puede valer", añade.
Este viernes será la última reunión, para decidir quién sale a la pasarela y quién se queda por las calles o en los rincones. A partir del domingo por la tarde comenzará otra tarea, la de devolver los trajes al ropero, siguiendo también un protocolo severo. Las basquiñas, las piezas más características de la indumentaria ansotana, exigen recoger y embastar cada pliegue para que no se deformen.
'Os Condenaus d'Ansó'
Pero antes de ese momento, el protagonismo es este viernes para el grupo Dingolondango, que lleva a escena 'Os Condenaus d'Ansó', escrita en aragonés ansotano. El montaje se debía haber estrenado en 2020, con motivo del centenario de su muerte, pero como muchas cosas se retrasó dos años por la pandemia.
Según Elena Gusano, el grupo es un ejemplo de supervivencia y constancia por parte de sus catorce integrantes, 12 actores y dos personas de equipo técnico: Mamen Sánchez, Mari Mar Mendiara, Elena Gusano, Mª José Pérez, Antonio Romero, Ibai Bona, Pilar López, Montse Castán, Enrique Ipas, Guillermo Gorría, Mónica Barcos, Manuel Hernández, Blanca Alfonso y Susana Zum Egen
Igualmente son 14 los años de actividad teatral los que llevan a sus espaldas, durante los cuales han realizado seis montajes, el último la obra de Galdós, "título que, por cierto, no agradó mucho a los ansotanos en su momento", dice Elena Gusano. El estreno se realiza en el salón de actos culturales del Ayuntamiento, recientemente renovado.
