Largas colas en la basílica para el 'bautismo' laurentino de los niños

Durante dos horas, más de 600 pequeños han sido presentados a San Lorenzo, una cifra récord tras el paréntesis de la pandemia.   

Presentación de los niños a San Lorenzo.
La cola para presentar a los niños se prolongaba por el Coso.
Verónica Lacasa

Cientos de oscenses han hecho cola este viernes a las puertas de la basílica de San Lorenzo para participar en la presentación de los niños al santo, un acto que irrumpió en el programa en el 2014 de la mano de la cofradía y la parroquia y no se ha vuelto a celebrar desde 2019. El paréntesis de la pandemia ha hecho que los nacidos en los dos últimos años hayan tenido que esperar para cumplir con el ritual, por lo que la asistencia ha sido mayor que en anteriores ocasiones. La fila recorrió toda la plaza y se prolongaba por el Coso Bajo.

El acto estaba previsto para las 11.45, tras la misa. Desde las 10.30 ha hecho cola Baldesca Oliván con su pareja y sus dos hijas, Leyre, de 6 años, y Arya, de 7 meses. "Antes de la pandemia veníamos todos los años con la mayor y este año acudimos todavía más ilusionados porque es el primero de la pequeña. Además, la última vez Leyre tenía cuatro, no creo que se acuerde", explicaba la madre esperando la primera en la fila para acceder al interior del templo. "Para nosotros San Lorenzo es algo muy grande y este acto representa inculcar a los niños esa pasión y esa devoción por el patrón de Huesca, que creemos que en los tiempos que corren por desgracia cada vez va a menos". 

El paréntesis festivo ha hecho que la presentación de los niños a San Lorenzo haya tenido récord de asistencia. Entre las 12.00 y las 14.00 habían pasado por la capilla de San Lorenzo, situada junto al altar mayor, unos 650 niños. La cofradía lo organizó como un acto de devoción por parte de los niños nacidos en el último año y sus familias, aunque en realidad son muchos los que repiten en cada edición. Se repite cada 12 de agosto después de la misa de 11.00.

Después del ritual delante de la imagen del patrón de Huesca, cada participante recibe una pañoleta con la imagen de San Lorenzo niño. "Teníamos 700 preparadas y nos han sobrado unas 50", explica África Moyano, priora de la Real Cofradía. El ceremonial ha variado debido a las restricciones sanitarias marcadas por la pandemia. Antes se daba a besar la medalla que el santo lleva colgada de una larga cinta, pero ahora se pasa por la cabeza de los niños.   

Uno de los más pequeños en la fila, con un mes y medio, era Álvaro Gutiérrez Cabrero. Su padre, Antonio, ha querido presentarlo al santo en su primer año de fiestas. "Solo tiene un mes pero nos gusta que se vaya familiarizando con las tradiciones y las fiestas y que las pueda vivir desde primera mano", decía mientras esperaba el turno para que la priora le pasara la medalla por la cabeza.  

Más mayor era Izan Jaime, nacido en 2020, pero que no había podido ser presentado a San Lorenzo hasta este año. "Nos hace mucha ilusión traerlo por fin. Nosotros nos casamos también en la basílica y aquí lo bautizamos a él", cuenta su madre, Jennifer Barrado, acompañada de la abuela del pequeño. 

Los hermanos Javier y Pablo Montaner de 9 y 7 años ya son veteranos en estas lides. Pertenecen a la cofradía y llevan colgada del cuello la medalla que los acredita como tales. "Me han dicho que yo fui el primer niño en pasar por San Lorenzo y desde entonces vengo todos los años", afirma con orgullo Javier.   

Los padres y abuelos, impolutos de blanco y verde, acompañan en la fila a los pequeños, que van pasando uno a uno. Algunos niños ya se impacientan y no es fácil mantenerlos quietos. "Somos peñistas y somos de Huesca y para nosotros es importante cumplir esta tradición", explica Clara Maquina, que ha llegado con sus padres y con su hija, Carlota, que nació en febrero. La abuela, Montse Vicens, no es de aquí, "pero sí mis hijas y esto es algo muy oscense y muy bonito", recalca. 

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