La sequía pone en jaque la navegación turística en el congosto de Montrebei

En el desfiladero ya solo hay barro debido al bajo nivel del embalse de Canelles y el parón de la actividad amenaza a ocho empresas. Los alcaldes piden explicaciones a la CHE.

Kayaks cerca del congosto de Montrebei, donde ya no hay agua, solo barro.
Canoas cerca del congosto de Montrebei, donde ya no hay agua, solo barro.
Paula Mestre

Canoas y catamaranes ya no pueden navegar por el congosto de Montrebei, una de las zonas con más atractivo turístico de los embalses del Ebro. El agua se acaba 50 metros antes de llegar al bello desfiladero, donde ahora solo hay barro. Es la joya de la Corona del pantano de Canelles, que la sequía ha dejado medio vacío, amenazando la actividad de ocho empresas náuticas de Aragón y Cataluña, con 40 empleados.

Estas se quejan de que nadie les da explicaciones. También los ayuntamientos de Ager, en la parte catalana, y de Viacamp y Estopiñán del Castillo, en Aragón, que se dirigieron a la Confederación Hidrográfica del Ebro para saber qué estaba pasando y para pedir una mínima lámina de agua. De momento no tienen respuestas.

La imagen aérea refleja la escasez de agua en la zona aledaña al congosto.
La imagen aérea refleja la escasez de agua en la zona aledaña al congosto, donde ya solo hay barro.
Paula Mestre

Canelles, en el cauce del Noguera-Ribagorzana, es de gestión hidroeléctrica, aunque los desembalses llevan agua al pantano de Santa Ana para regadío, aclara la CHE, que justifica que lleva ya dos años de bajas aportaciones y avanza un próximo encuentro con los alcaldes.

"Los barcos se estaban yendo a otras zonas del embalse al no poder ir al congosto, pero el problema ahora es que el embarcadero de Montfalcó ya no puede operar porque no hay acceso al agua. Es cuando empieza la campaña fuerte para las empresas y se les va a ir al garete", declara el alcalde de Viacamp, Alfredo Pociello, que nunca había visto Canelles a un nivel tan bajo en esta época. No sabe si es por la producción hidroeléctrica o el regadío, "nadie nos explica el motivo por el que Endesa desembalsa tanta agua".

Una de las empresas que opera en la zona aragonesa es Montrebei Explora. Trabaja con kayaks y catamaranes y ha tenido que cancelar las actividades. A esto se suma el próximo cierre de las pasarelas de Montfalcó para acometer una reforma integral. "Sin pasarelas y sin aguas, ¿que futuro tenemos aquí las empresas?", se pregunta su responsable, Joan Pascual.

La actividad se ha ido reduciendo paulatinamente. El pasado fin de semana, pese a ser San Juan, apenas se trabajó. "Ni el viernes ni el domingo, y el sábado, a un tercio de nuestra capacidad", indica Pascual.

Las empresas dicen ser conscientes de la sequía, pero no entienden por qué los embalses vecinos tienen más reservas. De las tres piezas de regulación del Noguera-Ribagorzana, Canelles, situado en medio, es el de mayor capacidad (679 hectómetros cúbicos) y el que almacena menos agua, ya que está al 42%, frente al 82% de Escales (152 hm3) y al 66% de Santa Ana (236 hm3).

"Echamos en falta que nos informen del motivo del bajo nivel y nos den una previsión, para hacer cálculo del personal que necesitamos. Julio y agosto son temporada alta, tenemos gastos y familias que alimentar. No sabemos hasta dónde bajará, pero tendremos que prescindir de los trabajadores, eso seguro", señala el responsable de Montrebei Explora. Y el problema puede seguir en 2023. Canelles es un embalse plurianual, al que le costará recuperarse. En mayo, mes de aportaciones por deshielo, el nivel cayó «10 o 15 metros».

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