El Bajo Aragón prevé un lleno en Semana Santa mientras el Pirineo competirá con la playa
Las fechas tardías de Pascua no favorecen a los destinos de nieve en los últimos días de la temporada.
Aragón afronta una Semana Santa con plena ocupación en las comarcas turolenses de la Ruta del Tambor y el Bombo, tras dos años de parón por el covid, mientras el Pirineo tendrá que competir con la costa, si el tiempo es propicio para los destinos de playa. La coyuntura económica, con los precios disparados, también se notará en este periodo de vacaciones, en forma de estancias más cortas.
"Todavía nos quedan algunas plazas pero con las llamadas que estamos recibiendo estos últimos días creemos que colgaremos el cartel de completo. Las reservas se han ido produciendo desde hace tiempo e incluso sorprendentemente algunos de nuestros socios ya tienen contrataciones para 2023", precisa Nieves Ballestero, gerente de los Empresarios Turísticos del Bajo Aragón. Y es que después de dos años de parón por el covid, hay ganas de volver a los pueblos de la Ruta del Tambor y Bombo, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
La Asociación Provincial Teruel Empresarios Turísticos habla de previsiones "excelentes" también en toda la provincia. La comarca más turística, el Matarraña, ya está llena; y al Maestrazgo le falta muy poco. La ciudad de Teruel se encuentra al 90% y Albarracín, completo, mientras en Gúdar-Javalambre se nota el fin de la temporada de nieve.
Menos noches por la inflación
"Somos positivos pero a la vez prudentes por todo lo que está pasando en el mundo. No obstante, si nada se tuerce la Semana Santa tiene unas previsiones excelentes", explica el presidente de la asociación turolense, Roche Murciano. El alza de los costes ya está teniendo una incidencia directa en hoteles y hostales, en los que se han reducido las reservas a dos noches mientras que en las casas rurales aún se mantienen en los tradicionales tres o cuatro días de estas fechas.
Además, añade Roche Murciano, "en años anteriores, la gente era más previsora, ahora se han esperado casi al último momento para pedir una habitación". Según él, "la pandemia está olvidada, ahora el problema es la inflación, que obliga a las familias a hacer ajustes y priorizar gastos".
Emilia Peña ya tiene llenos los cuatro apartamentos que regenta en Mora de Rubielos. Se queja, no obstante, de que la recesión económica de los últimos años, la llegada de la covid y ahora la subida de los combustibles y la electricidad, se han traducido en una inmovilidad de los precios de los servicios hosteleros nada ventajosa para el sector. "Tenemos las mismas tarifas que hace diez años, pero nuestros gastos para ofrecer un buen servicio al huésped han crecido mucho y no podemos seguir así", lamenta Peña. Según señala, "el dinero está muy justo en las familias y todo el mundo se lo piensa mucho antes de salir de vacaciones".
Últimas días de esquí
En la zona más turística de Aragón, el Pirineo, el calendario no es favorable. Cuando la Semana Santa se retrasa, como este año, la montaña compite con la playa. "La gente ya está muy ‘esquiada’, como decimos aquí. El nivel de reservas no es como cuando cae en marzo", indica Jesús Pellejero, propietario de dos hoteles en Formigal y presidente de los empresarios del valle de Tena. Y es que esta temporada que acaba el día 17 ha durado cuatro meses y medio.
Las previsiones meteorológicas serán fundamentales y habrá que esperar a las reservas de última hora, que cada vez son más habituales. En todo caso, vaya como vaya, será mejor que en 2021, cuando la mayoría de hoteles a pie de pistas estaban cerrados. "Somos optimistas y aunque no lleguemos al 100%, en el sistema de reservas de mis hoteles ya tengo más de lo que hicimos en el 2019", asegura Pellejero.
Reservas a última hora
Enero y febrero fueron meses con cifras casi récord de pernoctaciones y se prevé un excelente balance de la temporada de esquí, pero marzo se ha visto muy perjudicado por el mal tiempo, indica Anabel Costas, hotelera de Tramacastilla de Tena y vicepresidenta del sector de Hospedaje de la Asociación Provincial. "Según sean las previsiones meteorológicas, habrá más o menos reservas porque son muy de última hora", afirma.
Con ella coincide María Bellosta, del Hostel Monasterio de Boltaña, aludiendo a que la pandemia ha cambiado los hábitos de compra de las habitaciones. Ya tiene reservadas la mitad y espera llegar al 80% los cuatro días centrales. "Es verdad que otros años ya estaríamos completos".
Los empresarios turísticos del valle de Benasque coinciden en que el calendario de esta Semana Santa no ayuda. "La campaña ha sido muy buena, pero flojeó desde San José y estos días hay muy poca gente. Incluso algunos hoteles han cerrado estas semanas", explica su presidente, José María Ciria. No obstante, las nevadas tardías y el frío de este fin de semana sirven para recordar a los aficionados que todavía se puede esquiar.
Al 62% en Zaragoza
A diferencia de otras zonas de la Comunidad, en la provincia de Zaragoza el sector no termina de remontar. Horeca Hoteles se encuentra recopilando información entre los asociados para conocer sus previsiones pero, a falta de los datos más recientes, ya advirtieron en la última reunión de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) el mes pasado, que todavía se quedarán lejos de alcanzar las cifras previas a la pandemia.
En concreto, estiman que la ocupación se quedará en torno al 62%, frente al 79% de 2019. Es una diferencia similar a la que se ha registrado durante el primer trimestre del año, cuando los establecimientos zaragozanos han llenado un 39% de sus camas, un 11% menos que antes de la covid, por lo que reclaman un "apoyo firme" por parte de las instituciones que mitigue los efectos de la crisis. Con todo, la tendencia sí que es positiva, ya que entre enero y marzo de 2021, todavía con numerosas restricciones sanitarias, solo se registró un 27% de ocupación.
