Compran el monasterio de Casbas por un  millón de euros para abrir una hospedería 

La promotora Pisiosse, de Ejea de los Caballeros, proyecta la rehabilitación del cenobio por fases para convertirlo en motor cultural y social de la zona ubicando en el mismo distintos servicios y actividades.  

Monasterio de Casbas.
Monasterio de Casbas.
Laura Uranga

El monasterio de Casbas, en la localidad del mismo nombre ubicada en la comarca de la  Hoya de Huesca ya tiene nuevo propietario. Pisiosse, S. C. ha comprado por alrededor de un millón de euros el conjunto abacial de origen cisterciense, que se ofertaba a quien se pusiera de acuerdo con el administrador concursal de la Fundación Progea, titular del inmueble que entró en concurso de acreedores a principios de 2020 y vinculada al grupo empresarial del mismo nombre que está en proceso de liquidación desde 2013. 

La promotora que lo adquirido, radicada en Ejea de los Caballeros, ha competido con una empresa catalana en una pequeña subasta y este miércoles ha formalizado la compra. Pisiosse proyecta completar la recuperación del monasterio y destinarlo a diversos usos, uno de los cuales será el hotelero. Los nuevos propietarios se han propuesto asegurar su conservación y hacer del mismo un "polo de actividad cultural y social y de riqueza económica que contribuya  a terminar con el proceso de despoblación de la zona".  

La intervención se hará por fases, con un calendario a corto, medio y largo plazo que responda a las necesidades de espacios interiores y exteriores que se vayan planteando, teniendo en cuenta las limitaciones de uso a las cuales está sometido el recinto como Monumento Nacional y BIC (Bien de Interés Cultural), protección que también impide que se produzcan alteraciones en su estructura.  

Monasterio de Casbas.
Portada de la iglesia del Monasterio de Casbas.
Laura Uranga

El monasterio de Casbas se fundó en el siglo XII (1174) y a pesar de las numerosas reformas efectuadas tras su construcción, el templo todavía conserva su estructura medieval. en el monumento, destacan el refectorio, la sala capitular, el claustro y la portada de su iglesia. El conjunto consta de un edificio (9.927 m2) y de una finca perimetrada en la que se sitúa el huerto abacial (29.000 m2).

Los nuevos propietarios plantean como primera actuación acondicionar las estancias de la segunda planta, alrededor del claustro del siglo XVII, para conseguir entre 20 y 25 habitaciones y poner en funcionamiento una hospedería, un pequeño hotel de tres estrellas equipado con todo lo necesario pero sin grandes lujos. "Se trata de que los huéspedes puedan disfrutar de la experiencia de sentirse en un monasterio, con espacios adaptados a la fisionomía y distribución interior del edificio histórico, sin alteraciones estructurales", ha señalado Miguel Martínez Tomey, de la consultora Delera, que ha representado a Pisiosse durante las negociaciones y el proceso de compra.  

Además, proponen ubicar en el monasterio una biblioteca y centro de digitalización de fondos especializado en historia medieval, constituido por los fondos de las bibliotecas de los profesores y catedráticos de la Universidad de Zaragoza Antonio y Agustín Ubieto, Esteban Sarasa y Carmen Orcastegui. Igualmente, el edificio ofrecerá aulas, salas de reuniones y espacios multifuncionales para actividades culturales, sociales y empresariales así como un espacio 'coworking' e incubadora de proyectos de emprendimiento rural. 

El plan de usos proyecta también ubicar en el cenobio una residencia de mayores y centro de día. "Sería de pequeñas dimensiones, según los modelos de gestión y tratamiento innovadores adaptados a la situación de estas personas en las áreas rurales más despobladas y localidades de reducido tamaño y gran dispersión", ha apuntado Martínez Tomey. 

Se proyecta  también un centro de información turística de la comarca, la oferta de visitas guiadas y teatralizadas al monasterio, una tienda de recuerdos, artesanía y productos de la zona y una escuela de horticultura y herboristería vinculada al huerto abacial. 

Una fundación

Realizada la adquisición, el primer objetivo es acometer las actuaciones más urgentes para evitar el deterioro progresivo y que se refieren a sus problemas estructurales, de conservación y de estanqueidad, reflejados en el informe arquitectónico de Rafael Martínez García. Para ello, se constituirá una fundación, encargada de la recuperación y conservación del conjunto y de u puesta en valor. Se cuenta con que en su patronato participen Pisiosse y los promotores privados que deseen tomar parte en este proyecto como el Ayuntamiento de Casbas y otras instituciones, públicas o privadas, que compartan los objetivos y fines fundacionales y que contribuyan a la financiación y promoción del mismo.

No obstante, la gestión será dual, ya que se contempla constituir una sociedad mercantil encargada de realizar las inversiones necesarias para los usos lucrativos del monasterio y su explotación. Los ingresos conseguidos contribuirían a la financiación de las actividades de la fundación.

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