Sariñena denuncia ante el Seprona el posible vertido de fitosanitarios en el agua de boca

Los vecinos de la localidad llevan desde el pasado viernes sin agua potable cuando se volvió a detectar la presencia de metolacloro, una situación que se repite con cierta frecuencia y que el consistorio sospecha que es fruto de una mala praxis.

Una imagen de la fachada del Ayuntamiento de Sariñena.
Una imagen de la fachada del Ayuntamiento de Sariñena.
Heraldo

El Ayuntamiento de la localidad oscense de Sariñena ha presentado este miércoles una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guarcia Civil (Seprona) con el fin de que se investigue el origen del vertido que ha vuelto a dejar a la localidad sin agua potable. El consistorio ha observado que la situación se viene repitiendo cada dos años con la misma sustancia (metolacloro) y sospecha que puede tener su origen "en una mala praxis".

Los 3.500 vecinos de la localidad llevan sin agua potable desde el pasado viernes cuando se detectó la presencia de este fitosanitario de uso agrícola en los controles rutinarios. A lo largo de esta jornada, han sido realizados nuevos análisis y se está a la espera de los resultados, con el ánimo de que la prohibición pueda levantarse en las próximas horas..

Según han detallado fuentes municipales, el metolacloro es un herbicida que suele utilizarse en el cultivo del maíz y que puede ser eliminado "siempre que se encuentre en pequeñas cantidades", especialmente tras las recientes mejoras realizadas en la planta de tratamiento y filtrado de Sariñena.

En los años 2016 y 2018 también se vivió una situación similar, siempre achacable al sistema de captación de agua de Sariñena, que se suministra de la acequia Valdera, una infraestructura que discurre a cielo abierto y además, presenta una mala cimentación, lo que conlleva el arrastre de tierra así como de otras sustancias.

A largo plazo, se espera que los problemas actuales se solucionen de forma definitiva con la modernización impulsada por los regantes de la acequia Valdera, ya que incluye el entubado de la infraestructura, lo que, además de evitar posibles vertidos, también acabará con la turbidez, mal olor y sabor que suele presentar el agua de boca en Sariñena.

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