El alcalde de Huesca pide mantener el toque de queda todo el San Lorenzo para lograr una bajada "sostenida" de contagios

El alcalde de Huesca ha pedido este miércoles al Gobierno de Aragón que el toque de queda siga en vigor durante toda la semana de San Lorenzo (del 9 al 15 de agosto) pese a que las fiestas están suspendidas por segundo año seguido debido a la pandemia. Aunque en los últimos días la incidencia registra una clara tendencia a la baja, aún sigue en niveles altos (400 casos por cada 100.000 habitantes en siete días), y por ello Luis Felipe defiende mantener esta drástica medida para conseguir un descenso "sostenido en el tiempo" de los contagios "para ser efectivos".. 

Desde que 'tocó techo' el pasado 24 de julio con una tasa de 722 positivos por cada 100.000 habitantes en una semana, la curva de la capital oscense ha ido bajando aunque este miércoles el Gobierno de Aragón notificó 31 nuevos positivos. Pese a esta mejoría, que también se ha dado en Jaca, Barbastro y Monzón, los otros tres municipios con toque de queda, la consejera de Sanidad, Sira Repollés, ya dejó claro que el toque de queda se iba a mantener "unos días" (en principio, tiene una vigencia de 15 días y por tanto debería estar activa hasta la medianoche del 17 de agosto). Además, abrió la puerta a aplicarla a otras grandes localidades de Aragón con incidencia elevada.

En su primera comparecencia pública tras su vuelta de vacaciones -una vez superado el coronavirus-, el alcalde de Huesca apoyó esta limitación de movilidad nocturna entre la 1.00 y las 6.00 por la situación de "alto nivel de contagios y de hospitalizaciones" de la ciudad. "Es bueno que se extremen las precauciones y sobre todo que se pongan herramientas que permitan a los ciudadanos saber qué se puede y no se puede hacer y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ejercer esa labor de control y evitar aglomeraciones y comportamientos inadecuados", subrayó.

Luis Felipe, además, espera que el toque de queda se mantenga durante todas las ‘no fiestas’ de San Lorenzo "porque el nivel de esta variante es altamente contagioso según dicen los expertos y por tanto cualquier medida requiere cierta sostenibilidad en el tiempo, no podemos bajar para luego tener que implementar nuevas medidas porque los contagios vuelven a subir".

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El alcalde de Huesca no quiso entrar a valorar la tardanza de los tribunales en pronunciarse sobre la orden emitida por Sanidad ni sobre la disparidad de criterios del Tribunal Superior de Justicia de Aragón y el Supremo. "Soy muy respetuoso con las decisiones judiciales. Como responsable institucional las respeto y acato y no quiero participar de un debate doctrinal ni sobre las diferentes posiciones que pueden tomar los tribunales. Yo prefiero pensar en el presente y en el futuro", señaló al respecto, aunque también defendió las restricciones adoptadas por el Ejecutivo de Lambán durante esta pandemia "porque están siendo bastante ponderadas y de sentido común". Además, valoró que ahora hay "más garantías para los ciudadanos y para el Gobierno de Aragón".

"Esto no es ningún capricho"

El toque de queda permitirá controlar los comportamientos nocturnos, aunque durante el día también se extremarán los controles para evitar situaciones de riesgo en almuerzos, reuniones en fincas y huertas... Con todo, Felipe se mostró convencido de que los oscenses repetirán la misma actitud responsable que ya tuvieron el año pasado durante las ‘no fiestas’ y en la celebración del ascenso de la SD Huesca a Primera. "Mayoritariamente, la población tiene conciencia del grave problema que estamos viviendo y de que este tipo de medidas no son ningún capricho porque el virus sigue siendo muy peligroso. Por eso, las ganas de divertirnos y de encontrarnos tienen que tener un límite en las consecuencias de un comportamiento inadecuado", destacó.

Por último, Luis Felipe animó a los oscenses a "no bajar la guardia y más cuando llegan momentos como las ‘no fiestas’ en que se pone más a prueba". Y lanzó un mensaje de optimismo: "Es bueno mantener la reducción de contagios sostenida en el tiempo porque si lo hacemos a la vez que aumenta el nivel de vacunación, estaremos ganando la batalla al virus; en caso contrario, la estaremos perdiendo y estaremos poniendo en riesgo la salud de todos y también la economía".