Así fue el rescate en Barasona: "Nos tiramos al agua y fuimos tanteando el coche hasta que uno grito: 'La tengo'"

Uno de los conductores que se tiró para salvar a la ocupante del vehículo que cayó al pantano relata cómo fue el salvamento. 

Una imagen tomada por Carlos Yubero cuando ya se estaba extrayendo el coche del pantano.
Una imagen tomada por Carlos Yubero cuando ya se estaba extrayendo el coche del pantano.
Carlos Yubero

Salvó la vida gracias al gesto valiente y solidario de varios conductores que el domingo no dudaron en tirarse al agua al ver cómo un coche se salía de la carretera cerca de Graus y se precipitaba al pantano de Barasona. El vehículo quedó completamente sumergido y la única ocupante se habría ahogado de no ser por el arrojo de estos espontáneos que pasaban por la carretera. 

"Tanto los bomberos como la Guardia Civil nos dijeron que si no llegamos a estar nosotros allí, se muere", comenta uno de ellos, Carlos Yubero, un zaragozano que el domingo iniciaba sus vacaciones e iba camino de una casa rural de la comarca con su familia cuando se topó con el accidente. Se aproximaba a Graus y en una curva, se encontró de frente con la furgoneta de la mujer dando bandazos. Tuvo que escorar su vehículo hacia el arcén. Inmediatamente buscó por el retrovisor y solo vio una nube de tierra. Imaginó que algo malo había pasado y bajó la ventanilla haciendo gestos a los vehículos que venían de frente para pedir que pararan.

Carlos Yubero muestra algunas de las heridas que se hizo en la pierna cuando buscaba a la mujer en el pantano.
Carlos Yubero muestra algunas de las heridas que se hizo en la pierna cuando buscaba a la mujer en el pantano.
Carlos Yubero

"Salí del coche y vi a un hombre corriendo que saltaba el quitamiedos y se lanzaba por la ladera al gritó de 'Está en el agua, está en el agua'. Otros conductores también se movilizaron y se arrojaron sin pensárselo al embalse. El vehículo estaba volcado lateralmente y sumergido por completo. “Hice dos inmersiones tanteando el coche y pensé que como tenía las ventanillas bajadas, solo había que encontrarla. Éramos cuatro hombres en el agua e íbamos mirando por las distintas ventanillas. El que llegó primero salió a respirar y dijo ‘la tengo, está aquí’. Me sumergí a su lado y cogí algo. No sé si un torso, una pierna… Entre todos tiramos hacia arriba y de pronto se liberó”, relata Carlos Yubero.

No fue fácil porque solo los primeros 10 centímetros de la lámina de agua eran transparentes. El resto, todo barro, “visibilidad nula”. Iban tanteando. De hecho Yubero  tiene varias heridas, una de ellas un corte en la frente al pegarse con el canto de la ventanilla.

Se le grabó a fuego la imagen de la conductora con la cara amoratada, rígida e inmóvil. “Tenía los ojos abiertos pero no parpadeaba”. "Le preguntaban: '¿Había alguien más en el coche?¿Había alguien más?'. Él volvió a sumergirse junto a otra persona para  ver si quedaban otros ocupantes. “Metí la cabeza por una ventanilla tanteando para intentar identificar la parte de arriba y de abajo del vehículo y saber dónde buscar”. Una de las veces que salió escuchó que la mujer había recuperado la consciencia y que decía que viajaba sola.

La llevaron nadando 8 o 10 metros hasta la orilla en busca de un sitio más estable donde hacer pie y donde ya esperaban los sanitarios. Llegaron los bomberos, la Guardia Civil.... Una vez la colocaron en la camilla, entre todos la fueron subiendo hasta un lugar en la carretera donde pudiera ser atendida.

Yubero sufrió una lesión en el tobillo cuando corría ladera abajo hacia el pantano y varios cortes en la cabeza, las manos, el brazo y las piernas. También a otro de los conductores le vendaron el tobillo. Hora y media más tarde regresó a la furgoneta que había dejado aparcado en el arcén y donde le esperaban su mujer, un cuñado, sus suegros y dos gemelas de tres meses. La Guardia Civil les había encendido el aire acondicionamiento para que pudieran aguantar el calor. “Me había ido sin decir nada a la familia, pero si no actuamos rápidamente la mujer no hubiera salido por sus medios y se habría ahogado".

Luego se enteró de que estaba bien. La conductora, una vecina de Graus, fue trasladada al Hospital Comarcal de Barbastro y a las pocas horas, dada de alta. Aun tuvo tiempo de llegar al lugar del accidente cuando estaban sacando el coche del agua y agradecer la labor de los bomberos. Sus rescatadores espontáneos ya habían continuado viaje.

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