Canfranc se convierte en una auténtica ‘ciudad de la música’ en el mes de julio

El Festival Pirineos Classic y Jazzetania y sus cursos asociados llenan de armonía las escuelas, la iglesia, el centro de la tercera edad, la casa de la cultura y el Ayuntamiento.

La música ya inunda la localidad de Canfranc, como cada mes de julio, con el Festival Pirineos Classic (XX edición) y Jazzetania (XV). Ya han empezado los certámenes y sus campus asociados, que este año han batido el récord de alumnos del festival, con más de 400. Las clases se imparten en el Ayuntamiento, las escuelas, el centro de la tercera edad, la casa de la cultura y la iglesia.

Algunos alumnos repiten, otros, como Álvaro Arguedas (Logroño), es el primer año que acude a Canfranc. "He venido porque en mi conservatorio una niña nos dio una presentación sobre el curso y me gustó", explica en el descanso de una de sus clases de violín. Todos realizan actividades sobre música, violín, orquesta, coro o percusión "y en nuestro tiempo libre hacemos excursiones o vamos al río", añade. Con 12 años, asegura que con estos cursos mejoran su formación. La experiencia “está siendo muy buena, tanto como para repetir”.

Carmen Martínez-Pierret, concertista y directora artística del festival, reconoce que no esperaban tantos alumnos este año. "Confiábamos en recuperar el alumnado de 2019, porque en 2020 hubo menos por la situación. En el curso de junio hubo 80 alumnos, un poco menos de lo normal", asegura. Este año, además, contamos con inscritos en los nuevos campus de teatro musical y percusión, a finales de julio.

"Estamos contentos con la afluencia, pero tendremos que valorar qué hacemos en próximas ediciones, ya que este año se ha hecho un gran esfuerzo para cogerlos a todos", indica Martínez-Pierret. A pesar de todo, "se han quedado fuera 15 personas".

El objetivo de los cursos asociados a Pirineos Classic es abrir nuevas perspectivas a los alumnos, con opciones "diferentes a las del curso escolar". Así, cada día se imparte percusión colectiva, coro y teatro musical. "Las tres vertientes que me parecen básicas para un músico como son la voz, el canto, el ritmo; el contacto con la tierra; y cómo estar en el escenario de forma lúdica". Cada alumno acude a estas clases, además de a las de su propio instrumento y la clase en grupo (orquesta para cuerda e improvisación para piano). Además, están las actividades de tiempo libre que "son fundamentales", porque se crean lazos de amistad, dice la directora del festival.

Este año, Pirineos Classic vuelve a dedicarse a las mujeres compositoras. El concierto de anoche en la iglesia de Canfranc Pueblo, con Clara Cernat (violín y viola) y Carmen Martínez-Pierret (piano) estuvo patrocinado por el Instituto Aragonés de la Mujer. Fue un homenaje a las víctimas de violencia de género y a las supervivientes.

Alargar el verano

Este festival internacional se ha consolidado en Canfranc y supone también una reactivación de la economía local durante esta primera parte del verano, con hoteles casi llenos y tiendas y bares con mucho trabajo. De esta manera “alargamos el verano, que es el objetivo que nos marcamos desde el Ayuntamiento, en julio con este festival y los cursos, y en septiembre con las actividades deportivas que hemos organizado, con lo que logramos un verano completo de tres meses”, explica el alcalde Fernando Sánchez.

Estos cursos “son de los mejores que hay en toda España y conocidos a nivel internacional, y creo que no le damos el valor que tiene, porque además generan mucha economía y acercan la cultura al mundo rural”, concluye.

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