El Seminario de Huesca entra en la Lista Roja del Patrimonio en medio de la polémica por los derribos
La inclusión la ha promovido una plataforma ciudadana opuesta al proyecto de reforma promovido por el Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad. Este contempla mantener en pie las partes del edificio que están protegidas, como las fachadas y la iglesia de la Santa Cruz.
La comisión científica de la Asociación Hispania Nostra, especializada en las tareas de preservación del patrimonio histórico y artístico español, ha acordado la inclusión del antiguo Seminario de Huesca en la Lista Roja del Patrimonio, documento que recoge los elementos en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. La inclusión se ha realizado a instancias de la Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca, una asociación que se opone al proyecto urbanístico redactado por el Ayuntamiento, que incluye el derribo de una parte del conjunto.
La administración local, "a pesar de los varios requerimientos documentales enviados por Hispania Nostra, no ha respondido en ningún momento", señala la plataforma. La presidenta de Hispania Nostra, Araceli Pereda, dirigió una carta al alcalde, Luis Felipe, en la que reprochaba la falta de alternativas y ponía de relieve que “sería lamentable que, como tantas veces ha ocurrido, una decisión cuyo alcance no se ha medido suficientemente, determine la pérdida irreparable de un bien que forma parte de la historia de Aragón y, por tanto, de España”.
El proyecto, denuncia la asociación, supondría la pérdida de dos patios históricos, precisamente los más antiguos. Por ello, la inclusión en la Lista Roja es una "muy seria y determinada llamada de atención al Ayuntamiento, es un señalamiento de las malas prácticas que están presidiendo desde hace años las intenciones y gestión de este desaguisado urbanístico”.
El Ayuntamiento de Huesca, la Diputación Provincial y la Universidad de Zaragoza promueven una reforma del edificio vendido en 2000 por la diócesis a la ciudad y que después de dos décadas en desuso se pretende destinar a equipamientos universitarios y culturales. Ya se ha firmado el convenio para acometer los derribos, que empezarán en verano, primera fase de un ambicioso proyecto de regeneración urbana presupuestado en 14 millones de euros.
Se derribarán los edificios que dan a la calle Desengaño, levantados después de la Guerra Civil para atender a los numerosos seminaristas, que presentan gran deterioro. En algunos de ellos es imposible el acceso, ya que han desaparecido los forjados y hay peligro de derrumbe. También parte de los patios interiores. Por contra, permanecerán intactos la arquería de uno de los patios, las fachadas en ‘L’ que dan a la plaza Universidad y la calle del General Alsina y la iglesia de la Santa Cruz, elementos que cuentan con protección patrimonial, especialmente el templo, declarado BIC.
Será aquí donde se ubicarán el vicerrectorado, una biblioteca científica, el aula magna, la sede de la biblioteca del Instituto de Estudios Altoaragoneses y salas para formación. Habrá jardines y un mirador hacia la sierra de Guara y las arcadas del segundo patio se podrán ver desde el exterior a través de una gran cristalera.
La Dirección General de Patrimonio Cultural ha dado el visto bueno a los derribos siempre y cuando, mediante la supervisión arqueológica permanente de la ejecución del proyecto, se lleve a cabo un estudio exhaustivo de las construcciones conservadas.
Por su parte, la Plataforma insiste en que seguirá "haciendo fuerza para evitar que entre la piqueta en el Seminario”, mediante denuncias "ante las entidades patrimonialistas más reconocidas, ante los tribunales y promoviendo un necesario debate público”.
