Cascada de dimisiones en la Casa Amparo de Barbastro, desde el obispo al alcalde

El asunto ha provocado una crisis política en el Ayuntamiento, con todos los grupos pidiendo explicaciones al PP sobre la renuncia del alcalde. La Fundación de la residencia lanza un mensaje de normalidad y garantiza la asistencia de calidad a los usuarios.

El alcalde de Barbastro, Fernando Torres, que acaba de dimitir del patronato de la residencia.
El alcalde de Barbastro, Fernando Torres, que acaba de dimitir del patronato de la residencia.
José Luis Pano

Las dimisiones del obispo Ángel Pérez y del alcalde de Barbastro, Fernando Torres, del Patronato de la Casa Amparo, anunciadas de forma sorpresiva el viernes al mediodía, han provocado una crisis política en el Ayuntamiento debido al cuestionamiento de la gestión económica de esta residencia privada. La condición del centro es ‘sui generis’ dado que pese a ser una entidad privada hay un patronato rector que según sus estatutos, que datan de 1905, preside el obispo y además cuenta como miembro nato al alcalde de la ciudad. También está como socio patrono el concejal de Servicios Sociales, Luis Domínguez. 

Su representación es simbólica ya que ni Obispado ni Ayuntamiento realizan aportaciones económicas a la Casa Amparo, que cuenta como recursos propios con la mensualidad que pagan los residentes, así como las posesiones y los activos financieros acumulados a lo largo de una dilatada historia en la ciudad. De ahí que la dimisión del obispo y del alcalde del Patronato de esta Casa de la Misericordia, cuya construcción data de 1778, haya despertado una cierta inquietud entre los trabajadores, familiares de residentes y la clase política local.

Las dimisiones se enmarcan en un contexto de crisis económica pero también de escasa sintonía personal entre algunos socios del patronato. Las cuentas anuales de la gestión arrojaban déficit desde 2018, agravados con la partida de las monjas de la congregación de San Vicente de Paúl que motivó la contratación de más personal, y también con la crisis del coronavirus, que motivo que el número de ingresos decayera, circunstancia generalizada en todas las residencias.

La Casa Amparo es una residencia privada de Barbastro.
La Casa Amparo es una residencia privada de Barbastro.
José Luis Pano

Entre otras medidas para tratar de revestir la situación económica el obispo propuso la no renovación de trece contratos lo que generó que la Casa Amparo volviera a tener superávit al comienzo de este ejercicio. Si bien esta medida desató ciertas críticas, especialmente del concejal de Servicios Sociales, Luis Domínguez (portavoz de Ciudadanos, socio del PP), quien en la junta de portavoces celebrada el martes por este asunto pidió una misma política en todas las residencias: “Tenemos que ser coherentes, si en la residencia municipal hemos apostado por reforzar el personal para implantar las medidas de contención por el Covid y llevar a cabo la sectorización con todas las garantías, en la Casa Amparo en la que el Ayuntamiento está presente en su patronato con dos representantes no podemos hacer lo contrario”, dijo. 

Al mismo tiempo el concejal de Servicios Sociales confía en que nuevas medidas a adoptar a corto plazo “con una gestión más profesionalizada, contribuyan a garantizar la asistencia de calidad en el futuro como se ha venido desarrollando hasta la fecha, ya que la solvencia de la Fundación es envidiable”.

Estas críticas a la decisión adoptada por la presidencia del Patronato, entre otras cuestiones que no han trascendido, provocaron que el obispado anunciara en un comunicado que el obispo dejaba su cargo en la Fundación. El Ayuntamiento anunció momentos después con un comunicado similar la dimisión del alcalde, “a pesar de haber revertido la situación económica negativa y ante las discrepancias con algunos miembros del patronato anteponiendo por encima de todo los intereses de la Casa Amparo”.

Además de ellos, presentaron su renuncia el deán de la Catedral de Barbastro, José Huerva, hasta ahora vicepresidente del patronato, y, también, el secretario del patronato y concejal de Hacienda del Ayuntamiento, Antonio Campo.

La reacción de los ocho miembros restantes del patronato no tardó en llegar. En una circular interna, este órgano transmitió a los 40 trabajadores, a los 80 residentes y a sus familiares “tranquilidad y calma”, así como apuntan que remplazarán las dimisiones por nuevos socios para dar continuidad a este proyecto asistencial. “La renuncia de alguno de los patronos de la Fundación no va a suponer menoscabo alguno en la asistencia a los residentes ni en el respeto escrupuloso de los derechos de los trabajadores de la residencia”, indican en un comunicado. En la misma misiva reiteran en trasladar tranquilidad: “Pueden estar seguros de que seguiremos poniendo todo nuestro empeño en asegurar el bienestar asistencial y espiritual de los residentes, único objetivo que ha guiado siempre nuestro trabajo como Patronos de la Fundación Casa Amparo”.

Informe jurídico

La última reacción llegaba este martes cuando el alcalde convocó una junta de portavoces para transmitir las explicaciones de su dimisión. El resto de grupos reaccionaron en bloque criticando que hubiera tomado una decisión de forma unilateral sin abordarla antes en el seno del Ayuntamiento y solicitaron a la secretaría un informe jurídico para ver si la decisión del alcalde se ajustaba con respecto a los estatutos de la Fundación en la que el primer edil de cada Corporación es socio desde 1905.

A la espera de conocer el detalle de este informe, PSOE, Ciudadanos, PAR, Cambiar, Vox y Barbastro En Común han querido tranquilizar a los usuarios del centro y sus familias, y respaldar la labor que realizan los trabajadores de esta institución para garantizar la prestación de sus servicios en las mismas condiciones, esfuerzo que se ha visto reflejado durante este año de pandemia.

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