Cuarto intento de juzgar a una banda de narcos que hacía viajes exprés por el Pirineo

La Audiencia de Huesca convoca otra vez el juicio contra nueve acusados de traficar con 650 kilos de hachís, para los que la Fiscalía pide 90 años de cárcel y 27 millones de euros de multa.

La vista se ha suspendido al estar presentes solo cinco de los nueve acusados.
La vista se suspendió la segunda vez al estar presentes solo cinco de los nueve acusados.
Pablo Segura

La Audiencia Provincial de Huesca juzgará a partir del lunes a nueve presuntos traficantes de hachís que, según la Fiscalía, formaban una estructura criminal organizada encargada de efectuar viajes exprés con la droga desde el sur de España a Francia por los pasos fronterizos del Pirineo aragonés. Su infraestructura incluía vehículos de alta gama y pisos francos alquilados en Jaca y Sabiñánigo.

La operación para su desarticulación, entre diciembre de 2014 y enero de 2015, permitió incautar 650 kilos de hachís (valorados en 1.075.000 euros) escondidos en el maletero de un BMW en un garaje de Jaca. La acusación pide para cada uno de los procesados 10 años de prisión y una multa de 3 millones de euros, en total, 90 años de cárcel y 27 millones.

Lo curioso de este caso es que es la cuarta vez que se convoca el juicio, tras tres intentos fallidos. El primero, en noviembre de 2018, se canceló por un problema en las citaciones a través del Ministerio de Justicia, ya que la mayoría de los acusados residen en Francia. La segunda vista oral, el 9 de julio del 2019, se tuvo que suspender al faltar casi la mitad. Dos, según sus abogados, no pudieron llegar desde Francia por problemas familiares y con los vuelos. A otro, residente en Melilla, no se le entregó la citación porque no fue localizado. Y el noveno estaba en una prisión francesa, pero no se sabía en cuál. Según fuentes de la defensa, la situación fue tan rocambolesca que incluso uno de los procesados se acababa de casar y disfrutaba esos días de su luna de miel.

El tercer juicio, en marzo de 2020, hubo de aplazarse porque coincidió con el confinamiento domiciliario tras declararse el estado de alarma. Para el lunes se ha vuelto a citar a todos y está previsto que el juicio, de celebrarse, dure toda la semana, salvo que se cierre un acuerdo entre las partes.

El abogado de cinco de ellos, Jaime Caballero, niega que esté probado que se tratara de una organización criminal y pide la absolución de sus clientes. La Fiscalía ha ofrecido un pacto, pero algunos no lo han aceptado.

La operación que condujo a la desarticulación de la banda constituyó uno de los mayores golpes asestados contra traficantes de hachís que operaban entre el sur de España y Europa utilizando los pasos del Pirineo. Seis de sus miembros tienen nacionalidad francesa y origen magrebí, otro es marroquí y el último, una española nacida en Melilla. Todos ingresaron en la cárcel, pero fueron puestos en libertad en un intervalo de entre uno y 10 meses.

La investigación la realizaron de forma conjunta la Policía Nacional y la Guardia Civil. Tras los atentados de París y a raíz de la intensificación de los controles en la frontera, se detectaron comportamientos sospechosos de ciudadanos franceses que además buscaban pisos de alquiler con garaje en Jaca y Sabiñánigo. Las intervenciones telefónicas y seguimientos condujeron hasta Estepona. Desde esta ciudad se controló la salida de una caravana de cuatro coches y su entrada en la provincia de Huesca. Finalmente apareció la droga en el maletero de un coche estacionado en un parquin de Jaca.

Pisos franco y coches de 120.000 euros

La Guardia Civil y la Policía Nacional intervinieron en poder de la presunta banda cuatro coches, entre ellos un BMW X5 valorado en 120.000 euros. En uno transportaban la droga y los otros los usaban a modo de lanzadera para despejar el terreno, alertar de posibles obstáculos, como los controles policiales, o realizar el apoyo logístico (transporte de combustible para no parar, placas de matrícula dobles...).

La banda tenía las tareas perfectamente repartidas, según la acusación pública. Siam A., la única mujer, se encargaba de contratar los alojamientos en hoteles evitando dejar el nombre del resto de miembros. También suscribía los contratos de arrendamiento de viviendas en régimen de alquiler vacacional por cortos periodos de tiempo. Entre ellos, un piso en Jaca y otro, con dos plazas de garaje, en Sabiñánigo.

Mehdi B., Karim I., Brahim B., Mounir L., Mourad B. y Rachid H. hacían el transporte de la mercancía a lo largo del país, conduciendo directamente el vehículo con la droga o los automóviles lanzadera. Finalmente, Adnane Ben S. y Abdelouahid T. abastecían de droga al grupo en el sur de España y los alojaban en un piso que alquilaron en una urbanización de lujo de la localidad de Estepona.

Imagen de archivo de la comisaría de Huesca con el alijo incautado: 646 kilos de hachís en fardos.
Imagen de archivo de la comisaría de Huesca con el alijo incautado: 646 kilos de hachís en fardos.
Rafael Gobantes

Así fue la operación policial, paso a paso

París, 13 de noviembre de 2015. Tras los atentados de París y a raíz de la intensificación de los controles en la frontera, se detectaron comportamientos sospechosos de ciudadanos franceses de origen magrebí que además buscaban pisos con garaje en Jaca y Sabiñánigo para alquilar. Hubo intervenciones telefónicas y seguimientos porque hacían continuos viajes entre los dos países. Francia constató a través del Centro de Cooperación Policial y de Aduanas de Canfranc que tenían antecedentes y al mismo tiempo se detectó su conexión con Estepona.

Jaca, 14 de diciembre de 2015. Al conocer la llegada de un cargamento a Estepona, se controló la salida de la caravana, de cuatro coches, y su entrada en la provincia de Huesca. También se blindaron los tres pasos fronterizos. El convoy tomó la carretera A-132, en lugar de la autovía, y tras ver un control en Puente la Reina se desvió a Jaca en lugar de ir a Francia. El Grupo de Operaciones Especiales de la Policía asaltó la vivienda alquilada en esa ciudad, donde había seis hombres de 25 a 35 años. No iban armados ni se resistieron. En el garaje tenían aparcado un BMW X5 y en el maletero aparecieron los 646 kilos de hachís.

Melilla, 15 de enero de 2016. La Guardia Civil detyuvo a la mujer española, de 25 años, que firmó los contratos de alquiler de viviendas, garajes y vehículos y contrató hoteles. Le proporcionaban billetes de avión para desplazarse. La arrestada estuvo implicada en tres operaciones policiales por colaborar con grupos de narcotraficantes.

Estepona, 18 de enero de 2016. La base de operaciones era un inmueble de una urbanización de lujo y aquí los cabecillas cerraban los transportes. Dos hombres, también franceses de origen marroquí, fueron detenidos. Uno de ellos, perteneciente a un clan con varios miembros en prisión y otros fugados, tiene reclamaciones de cuatro juzgados de Francia por tráfico de drogas, condenas por cumplir que sumaban 12 años y dos juicios con peticiones de prisión de 9 años.

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