Aprobado el sobrecoste de 4,5 millones del último tramo de la autovía Huesca-Lérida, que se retrasará hasta noviembre de 2022

El Ministerio de Transportes ha tenido que modificar el proyecto inicial por la necesidad de ocupar terrenos adicionales para reponer líneas eléctricas y otros servicios afectados. El presupuesto final se encarece un 10%.

La maquinaria pesada ha recuperado el ritmo de trabajo en el tramo Huesca-Siétamo de la A-22, que estuvo ralentizado varios meses por este modificado.
La maquinaria pesada ha recuperado el ritmo de trabajo en el tramo Huesca-Siétamo de la A-22, que estuvo ralentizado varios meses por este modificado.
Rafael Gobantes

Las obras del último tramo de la autovía A-22 Huesca-Lérida, los 12,8 km que conectan la capital oscense con Siétamo, costarán finalmente 51,3 millones de euros, casi un 10% más que el precio de adjudicación inicial. Y es que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha tenido que aprobar un modificado con un sobrecoste de 4,5 millones por la necesidad de ocupar más terrenos de los previstos para reponer líneas eléctricas y otros servicios adicionales

Precisamente esta modificación obligó a ralentizar los trabajos de construcción durante varios meses aunque en las últimas semanas la UTE formada por Copcisa y Vidal Obras y Servicios ha retomado el ritmo con el objetivo de cumplir el nuevo plazo de entrega de las obras, el 30 de noviembre de 2022, que supone 15 meses después del comprometido inicialmente (agosto de 2021) y 17 años después de colocarse la primera piedra de la autovía

El Ministerio ha informado este martes de la aprobación del expediente de información pública y del proyecto de trazado del modificado nº 1 de este tramo. En él se ha incluido la adaptación de las reposiciones de las líneas eléctricas a las especificaciones de la compañía propietaria "no indicadas en la información pública del proyecto original", resaltan. Todo ello obligará a expropiar más de 70 nuevas parcelas de los municipios de Siétamo, Loporzano, Quicena y Huesca tanto para la ocupación permanente de los postes como para las servidumbres de vuelo de los cables.

Asimismo, el proyecto contempla la actualización de la reposición de numerosos servicios afectados (telecomunicaciones, infraestructuras de riegos, abastecimiento...) para su adecuación a la realidad de la obra, modificaciones en los encauzamientos, elementos de drenaje, sistemas de contención, un cambio en la configuración del enlace de Montearagón, la variación del trazado de la Vereda Siétamo – Loporzano y la construcción de una nueva pasarela de madera sobre el río Botella, entre otros aspectos. 

Según la subdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar, pese al retraso causado por la recolocación de los postes eléctricos, las obras han seguido avanzando en aquellos tramos que no estaban pendientes de este trámite administrativo "con el objetivo de completar una infraestructura clave para nuestra provincia".

La A-22 está completamente en servicio entre Lérida y Huesca, con la excepción de este tramo, cuyas obras se iniciaron en agosto de 2018. Además es uno de los de mayor demanda por encontrarse en las cercanías de la capital oscense, ya que la actual N-240 soporta una media de 11.000 vehículos diarios.

El trazado atraviesa los términos municipales de Siétamo, Loporzano, Quicena y Huesca. En los primeros 8 km se construye una autovía de nuevo trazado, mientras que para el resto se llevará a cabo un desdoblamiento de la N-240 a lo largo de la Ronda Norte de Huesca, hasta la conexión con la autovía A-23.

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